La histórica referente en materia de Derechos Humanos había sido intervenida quirúrgicamente por una hernia que, junto a otras patologías, agravaron su cuadro de salud.

Nora Cortiñas, cofundadora de la asociación de derechos humanos Madres de Plaza de Mayo y uno de los emblemas de la lucha contra la última dictadura militar en Argentina (1977-1983), murió este jueves a 94 años, tras varios días hospitalizada.

Reconocida activista y cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, murió hoy dejando un legado de lucha y compromiso con los derechos humanos. Su vida dio un giro trágico en 1977 cuando su hijo mayor fue secuestrado durante la última dictadura militar en Argentina, lo que la llevó a unirse a otras madres en la búsqueda de sus hijos desaparecidos.

Como presidenta de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Cortiñas fue una figura destacada en la denuncia de violaciones a los derechos humanos y en el apoyo a diversas causas sociales. Su trabajo le valió numerosos reconocimientos internacionales, consolidándola como una voz poderosa y respetada en la lucha por la justicia y la memoria histórica.

En los últimos años, Cortiñas continuó su activismo, manifestándose en contra de la violencia policial. En 2020, pidió la renuncia del entonces ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, tras la desaparición de Facundo Astudillo Castro, visto por última vez en un retén policial mientras se dirigía a Bahía Blanca. Su firme posición contra la violencia estatal evidenció su compromiso con los derechos humanos hasta el final de sus días.

Nora Cortiñas también fue psicóloga social y profesora en la Universidad de Buenos Aires, contribuyendo a la formación de nuevas generaciones con su conocimiento y experiencia. En 2018, mostró su apoyo a la legalización del aborto en Argentina, participando en un histórico debate que marcó un hito para el país suramericano.

La noticia de su fallecimiento ha causado una profunda conmoción en diversos sectores de la sociedad argentina. Organizaciones de derechos humanos, figuras políticas y ciudadanos comunes han expresado su pesar y agradecimiento por el legado de Nora Cortiñas. «Su lucha incansable por la verdad y la justicia nos deja una enseñanza invaluable», expresó Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.