Continúan las repercusiones en la causa de la banda de Brandon Bay, luego de que cayera otra integrante, Yasmín E., sindicada como quien le daba alojamiento a los sicarios que mataron a Brian Sánchez el pasado 28 de mayo en Mitre y Perú de barrio norte, que desató una serie de allanamientos que desmantelaron una estructura dedicada al narcomenudeo y a asesinar personas para sembrar el terror y conquistar territorios. Todo ello con la protección policial de al menos el comisario de la comisaría 7ª Raúl Fleita y de un sumariante, Marcelo A., quienes están detenidos.

Un testigo de identidad reservada había declarado en fiscalía que los narcos le pagaban a la policía y que se encargaba un efectivo de la comisaría 7ª. En el expediente se menciona a Ramón «Willy» V., quien es uno de los que ocupa la zona norte de San Lorenzo y otras personas como quienes hacían pagos en la seccional policial a cambio de protección policial para el narcomenudeo.

«Cuando se iban de vacaciones o de allanamientos dejaban un mensaje de pagarle al comisario. Los pagos eran 35.000 pesos a la Comisaría 7ma, por semana y de 28.000 pesos por semana a la Gendarmería».

Distintas escuchas a los integrantes de la banda revelaron que Brandon Bay, desde la cárcel de Coronda, era quien digitaba los pagos, tanto a los sicarios, como a la policía y a la gendarmería. En una de las conversaciones telefónicas Bay le dice a una mujer no identificada que un gendarme le daba media hora para » hacer las cosas» lo que supone que liberaba la zona media hora para poder cometer los hechos.

BRANDON BAY: doña, ¿me escucha?
NN: si te escucho…
BRANDON BAY: dígale a Pablo, que ahí me dio el gendarme, que
me dio media hora para hacer las cosas, que ahí ya los saco, los saco
media hora de la zona, que active ahora, porque no activamos más…
NN: dale, dale si ahí le digo
BRANDON BAY: Ya, ahí le mando que me dio media hora para
hacer eso que lo sacó media hora, porque son Gendarmes de otro
lado.

En otra de las conversaciones, se escucha a una persona no identificada hablando con Cintia E. la esposa de Bay, donde le cuenta que a uno de los integrantes de la banda, apodado «macana» le habían pegado los policías luego de haberlo detenido. «Pablo», sería Pablo G, alias » macana», quien se encuentra prófugo.

CINTIA: Porque se lo llevaron a Macana
NN: Una paliza le dieron acá afuera, alta paliza le dieron
CINTIA: Eso lo hacen a propósito para que vea la gente
NN: No, si era V(nota de autor ) el que se lo llevó a Macana, justo se lo cruzó el auto… pero igual nos frenamos en el kiosco de la vigi y le pagamos.

Nota de Autor : Como el nombrado no está detenido y no se lo llama con su apellido completo, sino con el abreviado, Pregón coloca su inicial por cuestiones legales.

Matar por 6.000 pesos

¿Cuánto vale la vida humana? Para la banda narco de Brandon Bay entre mil y seis mil pesos. El asesinato de Brian Sánchez donde resultó herido también Carlos Sotello, se pagaron seis mil pesos de acuerdo a las escuchas que presentó la fiscalía durante la audiencia imputativa, donde nueve personas quedaron imputadas por integrar una asociación ilícita dedicada al tráfico de estupefacientes y a matar gente.

En una de las conversaciones que Brandon Bay mantiene con su esposa Cintia E., sobre el minuto 0:50 se puede oir: “bueno mira que hay que darle 6 lucas después por el laburo que van a ir a hacer. ¡Agustín anduvo por ahí? si llega a venir llamame.” Eso era lo que le pagaron a Agustín S, y a Claudio R., por tirotear en la canchita de boulevard Mitre el pasado 28 de mayo.

En el asesinato de Gerardo «pecho» Perez, ocurrido el 25 de mayo, Bay le pagó a Agustín S., quien era el encargado de gatillar la suma de 4.000 pesos. A Pérez lo dejaron abandonado en la puerta del hospital Granaderos a Caballo, donde murió.

«Se llamaba pecho y le pegaron en el pecho. un viejito era ese..un hombre grande era el que estaba ah. lo re pusieron. La Cintia te va a dar 4000 pesos . anda para allá. Anda a comer con tu mujer y tus hijos» (sic), dijo el organizador de la banda.

Agustin S, Claudio «Primo» G, son sicarios, a quienes les pagaban poco dinero por matar, también le proveían de esas armas como ametralladoras, armas de fuego de distinto calibre. Parece que matar en San Lorenzo, saliera barato.