En un operativo contra el narcotráfico de gran escala, la Policía de Seguridad Aeroportuaria ejecutó 29 allanamientos en seis localidades del Gran Rosario —Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Granadero Baigorria, Casilda, Villa Constitución y Roldán—, logrando desbaratar una presunta organización criminal dedicada al tráfico de drogas desde Bolivia.

La investigación, dirigida por los fiscales Franco Benetti y Matías Scilabra y autorizada por el juez de Garantías Eduardo Rodrigues Da Cruz, permitió avanzar sobre toda la cadena logística del grupo de narcotráfico. Los procedimientos alcanzaron tanto los centros de acopio y fraccionamiento de la sustancia como siete puntos de venta al menudeo o “búnkeres” instalados en barrios de la región.

Resultado del operativo contra el narcotráfico

El resultado fue la detención de trece personas y el secuestro de un importante arsenal: 52 kilos de cocaína (dispuestos en 53 panes), 60 mil dólares, 55 millones de pesos, 13 armas de fuego, 800 cartuchos de diferentes calibres, además de celulares, computadoras y documentación vinculada a las actividades ilícitas. La operación revela el alcance y la capacidad operativa de las bandas que buscan controlar el mercado de drogas en la provincia de Santa Fe.

Una extensa investigación de once meses, coordinada entre el Ministerio Público Fiscal, la Procunar y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), culminó con el desmantelamiento de una compleja organización narcotraficante. La pesquisa, iniciada en diciembre pasado a raíz de una denuncia por microtráfico en un búnker de la calle Braille al 1400, en el norte de Rosario, empleó vigilancia e intervenciones telefónicas para develar la estructura.

La investigación logró establecer una cadena de mando claramente segmentada. Según la causa, Ariel Fernando Suppa, desde su domicilio en Roldán, actuaba como el presunto organizador y financiador de los viajes para obtener la droga. Junto a su hermano Hugo Sebastián Suppa, y a Marcos José Moreira, Luca Carmelo Fabián Lucente y Juan José Alfonso, se dedicaban al acopio y comercio a gran escala, siendo los encargados de viajar a Bolivia para el abastecimiento.

Los movimientos de la célula mayorista quedaron al descubierto mediante infracciones de tránsito registradas en rutas del norte, cerca de Salta y Aguas Blancas, y por el rastro de sus teléfonos celulares en esas zonas. Los viajes seguían un patrón repetitivo: ida y vuelta en uno o dos días, y al regreso transportaban pocos electrodomésticos, lo que servía supuestamente como fachada para el tráfico.

La investigación

La pesquisa determinó que, entre el 13 y el 27 de noviembre, este grupo mayorista vendió 52 kilos de cocaína a Gastón Alejandro Gómez y José Fabián Ruiz, quienes funcionaban como subdistribuidores. Ruiz era, presuntamente, el administrador del búnker de Braille 1400 que originó la investigación, controlando la distribución en Rosario, mientras que Gómez se encargaba del acopio. De hecho, en la casa de Gómez, en Vieytes al 2700, la PSA incautó los 52 kilos de cocaína.

La magnitud de la operación quedó evidenciada con la incautación de anotaciones en propiedades vinculadas a Ariel Suppa. Estos registros indicarían que, desde el 29 de agosto, la banda habría recibido 750 kilos de cocaína de alta pureza, y que desde el 12 de noviembre hasta el operativo distribuyeron 500 panes de la droga en la región.

Además de los mencionados, la causa imputa con roles menores dentro de la estructura a Aarón Lucas Ruiz, Cintia Paola Maidana, Lucas Ruiz, Nélida Beatriz Leyva, Mariana Marcela Espíndola y Walter Germán Arana.