La nafta volverá a aumentar este 1° de noviembre, con un incremento inicial del 2%, aunque la suba podría alcanzar el 4% si el Gobierno decide actualizar los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC). Este ajuste llega luego de una baja del 1% en octubre, que respondía a una caída en el precio del crudo. No obstante, a pesar de este breve alivio, la nafta acumula un aumento anual de 89,51%.

YPF ha sido la primera en comunicar este incremento, argumentando que se debe a la devaluación mensual del peso (aproximadamente un 2%) y a los recientes ajustes en el precio de los biocombustibles, autorizados por el Gobierno.

En un contexto de baja en el consumo, que en septiembre descendió un 11,77% en comparación con el año pasado, el precio de los biocombustibles también se actualizó.

Según dos resoluciones publicadas en el Boletín Oficial, el valor mínimo de adquisición del biodiésel para su mezcla con gasoil aumentó de $984.865 a $1.004.562 por tonelada, lo que representa un alza del 2%. De igual forma, el bioetanol a base de caña de azúcar, destinado a su mezcla obligatoria con nafta, subió un 2% hasta alcanzar los $670,564 por litro.

Estas subas buscan cubrir los desfasajes en costos de producción y evitar «distorsiones» en los precios de los combustibles fósiles en surtidores, según argumenta la Secretaría de Energía, dependiente del Ministerio de Economía. Este aumento plantea un nuevo desafío para los consumidores, quienes ya enfrentan un contexto de encarecimiento constante en los productos básicos.