Operación rescate: Corrientes busca un comprador misionero para la planta de Celulosa Argentina

Los trabajadores siguen sin cobrar desde el mes de julio en el medio de la incertidumbre

Ante la crítica situación de Celulosa Argentina, que enfrenta dos concursos de quiebra, el Gobierno de Corrientes apuesta por el Grupo Da Rosa de Misiones para asegurar la continuidad de los puestos de trabajo en la planta de Gobernador Virasoro. Mientras tanto los trabajadores no cobran desde julio.

La administración de Gustavo Valdés ofrecería financiamiento a través del Banco de Corrientes para facilitar la compra de Forestadora Tapebicuá. El grupo misionero, con sólida trayectoria en el sector, ya había mostrado interés en la operación a fines de 2024, que ahora se reactiva por la urgente necesidad de vender activos de Celulosa.

La prioridad provincial es clara: garantizar los empleos de la región ante la inminente disolución de la papelera, que acumula deudas superiores a los 128 millones de dólares.

La empresa Celulosa Argentina, propietaria de Forestadora Tapebicuá en Gobernador Virasoro, se encuentra en concurso preventivo de quiebra con pérdidas billonarias, una deuda enorme y la mayor parte de su personal con licencia. Esta crisis amenaza con la disolución de la compañía y la pérdida de numerosos puestos de trabajo.

Corrientes no sería un mero observador. A través del Banco de Corrientes, la provincia estaría ofreciendo apoyo financiero al grupo misionero para hacer viable la operación de compra. El objetivo declarado por el ejecutivo provincial es único y prioritario: “sostener los puestos laborales”.

El Grupo Da Rosa, fundado en 1996, ha crecido de manera sostenida. Gestiona una planta de laminados, un aserradero y tiene concesiones forestales. Reforzó su posición con la compra de la histórica empresa Coama Sudamericana en 2024, demostrando su solidez financiera y capacidad de expansión.

Celulosa Argentina, controlada por Douglas Albretch, José Urtubey y Juan Collado, debe vender activos para hacer frente a sus acreedores. Además de la planta en Virasoro, posee fábricas de pulpa y papel en Santa Fe y Buenos Aires, pero su situación es crítica tras denuncias por irregularidades y reclamos judiciales.

El 30 de julio de 2025, la empresa tomó la decisión de paralizar completamente la producción en sus dos plantas industriales clave: Capitán Bermúdez y Zárate. Solo se mantuvo un mínimo personal para tareas de mantenimiento esencial. Esta medida drástica fue el resultado directo de un severo deterioro de su capital de trabajo, que le impidió operar con normalidad.

Un mes después, en una sesión de directorio celebrada el 29 de agosto, los directivos y síndicos de la compañía —incluyendo a figuras como Douglas Albrecht, José Urtubey y Juan Collado— resolvieron por unanimidad someter a la empresa a un concurso preventivo, un proceso legal regulado por la Ley de Concursos y Quiebras (N.º 24.522) que busca evitar la quiebra definitiva mediante un acuerdo con los acreedores.

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