La Sala 2 de la Cámara Federal de San Martín resolvió otorgarle la libertad al sindicalista Herme Juárez, quien estaba bajo prisión domiciliaria desde el mes de agosto debido a los problemas de salud que lo afectaban.
Juárez, había sido detenido el 1º de agosto de 2019 por orden del juez de Campana Adrián González Charvay por una causa de lavado de activos, asociación ilícita y extorsión en un megaoperativo llevado a cabo por la Policía Federal.
La justicia decidió revocar la prisión preventiva domiciliaria por pedido de la defensa de Juárez, debido a que no se cumplen los requisitos para que Juárez siga preso, por un lado, no existe riesgo de fuga y por otro lado no existe entorpecimiento en la causa cuya instrucción ha finalizado.
Mientras tanto, la misma Cámara deberá resolver los pedidos de la defensa de quien fuera presidente de la cooperativa portuaria y secretario general del SUPA, en cuanto a la apelación presentada sobre auto de procesamiento del dirigente por diversos errores técnicos que ocurrieron durante el desarrollo de la causa y comprometieron el derecho de defensa.
“Recordemos que todo se originó por una acusación por narcotráfico y luego derivó en una persecución por delitos económicos, Tampoco se sostiene la acusación de lavado de dinero agravado por la habitualidad. Presentamos un gran cúmulo de pruebas para demostrar los movimientos. Incluso acreditamos de punta a punta el incremento patrimonial de Herme, incluido el año 2016 en el que se evidencia el mayor crecimiento y está relacionado a las ventas de cabezas de ganado realizadas durante ese año”, explicaba en ese entonces el abogado de Juárez Javier Rabadé.
“Lo pasé muy mal. Pero estoy fuerte, con mucha fuerza”
En diálogo con Hugo Bruscaglia a los pocos minutos de haber quedado libre, Herme Juárez manifestó que pasó por momentos muy malos mientras estuvo preso, pero que sin embargo, tiene muchas ganas de trabajar. Asimismo afirmó que el primer lugar al que irá tras conseguir su libertad, será la Cooperativa de Trabajos Portuarios.
“A pesar de que era un anhelo interno, sabíamos que los abogados Rabadé estaban trabajando a full y nos tenían informados a la familia de lo que estaba pasando. Han trabajado un montón por eso. Hoy estoy liberado y con mucha fuerza de seguir trabajando”.
“Pasé por Ezeiza, me llevaron esposado de mi casa, pusieron 500 gendarmes acá alrededor para llevarme … Uno se siente emocionado porque esto lo estábamos esperando y se dio”.
En la entrevista, Juárez afirmó que no tiene sed de revancha: “No salgo con revancha, ni con odio, al contrario, salgo con lo que siempre hice, trabajar por la gente”. Y agregó: “Mientras estaba en la celda estaba pensando cuando salía qué iba a hacer, porque yo sabía que iba a salir, porque esto que hicieron conmigo fue una injusticia total”.
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