Vigiladores realizan un paro por tiempo indeterminado en la planta de Celulosa

El Sindicato Único de Trabajadores de Vigilancia Privada del Departamento San Lorenzo (SUTRAVIP) anunció un paro por tiempo indeterminado y una movilización frente a la planta de Celulosa Argentina, ubicada en Capitán Bermúdez, por el incumplimiento en el pago del medio aguinaldo.

La medida fue resuelta este martes en asamblea, luego de que la empresa CVS, contratista del servicio, no realizara el depósito del Salario Anual Complementario (SAC). Semanas atrás ya se había registrado un conflicto por el atraso en el pago de los haberes de junio.

“No vemos voluntad de pago. El aguinaldo hoy es parte esencial del ingreso de los compañeros”, señaló Cristian Rodríguez, secretario general de SUTRAVIP.

La protesta se realizará en los portones de la planta y será por tiempo indeterminado.

Esta semana, se conoció la noticia de que uno de sus principales acreedores, Tecmaco Integral, presentó una demanda de quiebra en el Juzgado en lo Civil y Comercial N.º 1 de San Lorenzo.

La empresa tiene plazo hasta el 21 de julio, una vez finalizada la feria judicial, para presentar su descargo y responder el pedido.

Este nuevo revés llega cuando la compañía intenta cerrar una reestructuración de pasivos por más de u$s128 millones. Celulosa, controlada por Tapebicuá Investment Company —integrada por Douglas Albrecht, José Urtubey y Juan Collado—, contrató a la banca de inversión VALO Columbus para diseñar un plan que le permita recuperar liquidez y atraer nuevos socios estratégicos.

La propuesta, ya comunicada a la Comisión Nacional de Valores (CNV), apunta a extender vencimientos y respetar el monto total adeudado, con un gesto clave de su principal accionista: la subordinación absoluta del cobro de u$s21 millones, incluidos u$s7,4 millones aportados como inyección reciente de capital.

Según indicaron desde la compañía, el objetivo es asegurar la continuidad operativa, mantener el abastecimiento del mercado local y, a mediano plazo, cumplir con todas sus obligaciones. La fecha de cierre prevista para concretar esta refinanciación es el 31 de julio.

Celulosa Argentina arrastra balances negativos desde hace varios trimestres. Según su último estado financiero publicado en abril, la empresa registró una pérdida de $38.769,9 millones para el período de nueve meses finalizado en febrero, frente a una ganancia de $10.348,6 millones en igual lapso del año anterior.

Entre los motivos que explica la compañía se destacan:

  • Menor ganancia bruta.
  • Caída de la demanda interna.
  • Aumento de costos fijos en dólares.
  • Parada de mantenimiento en noviembre y diciembre de 2024.
  • Impacto de la inflación y la exposición al cambio de poder adquisitivo.

En detalle, la caída de ventas en el mercado interno alcanzó el 32% interanual en toneladas, mientras que las exportaciones crecieron un 104%, pero con una rentabilidad mucho menor.

De no llegar a un acuerdo con Tecmaco Integral ni cerrar exitosamente la reestructuración antes del 31 de julio, Celulosa Argentina podría enfrentar un escenario más complejo, con riesgo de paralización operativa, pérdida de proveedores estratégicos y la posibilidad de cesar pagos a decenas de pymes y trabajadores que dependen de su producción.

Hasta el momento, la empresa no emitió una respuesta oficial sobre la demanda de quiebra presentada. Según publicó La Política Online, la papelera acumuló 1.295 cheques rebotados por falta de fondos que encendieron las alarmas y uno de los acreedores, Tecmaco Integral que provee grúas y equipos industriales en alquiler, pidió la quiebra a través del estudio jurídico Romera, Ongay, Romano, Castellani & Figueroa Casas .

 Unas semanas atrás, el directorio de la empresa informó en la Bolsa de Comercio que se desprendía de gran parte del paquete accionario de los aserraderos Tapebicuá, uno de los más grandes del país con sede en Corrientes con el fin de conseguir caja para afrontar las deudas de vencimiento próximo pero no fue suficiente y las deudas no pararon de crecer. 

El pedido de quiebra de Tecmaco es por 17 millones de pesos, una suma muy pequeña para los montos que maneja la industria pero la misma empresa tiene cheques rechazados sin reclamar por 65 millones y otros 63 millones de cheques que aún no vencieron, un total de deuda que ronda los 140 millones de pesos, dijeron a LPO fuentes al tanto de la presentación judicial.

“Los cheques son créditos líquidos exigibles que habilitan a pedir la quiebra. Además, siendo Celulosa un sujeto concursal se pone en evidencia su cesación de pago que se revela en la mora en el cumplimiento de las obligaciones. Pero no solo en la mora del crédito de Tecmaco, sino que en los 1295 cheques rechazados sin fondos que informa el BCRA que demuestran una imposibilidad sistemática de pago”, explicó a LPO el abogado Damián Moriconi que representa a Tecmaco.

 En el Cordón Industrial siguen el tema con profunda preocupación y comentan que Celulosa le debe más de 2 mil millones de pesos a la empresa de montaje industrial Favaretto S.A. que tiene muchos contratos por administración y se ocupa del mantenimiento y las paradas de planta.

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