El vicepresidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Rosario, Rodrigo Sánchez Almeyra, estimó en un 80 por ciento el atraso en el valor de las cuotas de la medicina prepagas, por lo que anticipó que además de la suba del 40% ya anunciada para enero se esperan nuevos aumentos en los próximos meses.
«Reconozco que los próximos tres meses van a ser muy difíciles tanto para el consumidor como para las empresas«, indicó el profesional
Tras conocerse el pasado martes 12 de diciembre el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) impulsado por el presidente Javier Milei, las empresa de medicina prepaga comenzaron a enviar a sus afiliados notificaciones de aumentos del orden del 40% a partir de las cuotas de enero. El argumento empleado para explicar el incremento en las tarifas que cobran es la emergencia sanitaria oficializada a través del DNU, a través del cual se desregulan diversos sectores de la economía y que permite recomponer los precios del sector.
Este miércoles, en declaraciones al programa «El primero de la mañana», de LT8, Sánchez Almeyra señaló: «Desgraciadamente, la medicina prepaga tenía controles de precios que estipulaba la secretaría de Comercio junto con la Superintendencia de Servicios de Salud. Y esos aumentos se fueron atrasando y hoy existe un aumento ponderado muy superior al 40% que se va a aplicar en enero, pero sería imposible aplicarlo en una sola vez». En ese sentido, reveló que «la mayoría de las prepagas van a tratar de ir recuperando en los próximos meses todo ese desfasaje de precios que hubo en los últimos años».
Consultado entonces sobre si además del 40% de aumento anunciado se vendrían más ajustes en los valores de la medicina prepaga para los afiliados, Sánchez Almeyra indicó que «posiblemente va a haber más ajustes de lo que la gente estaba acostumbrada». De todos modos, analizó: «También dependerá del contexto inflacionario en la macroeconomía. Si se empieza a reducir la inflación esos ajustes podrían ser menores y le permitirá a la gente poder acceder al pago de esas cuotas».
Cuando se le indicó que las proyecciones de escalada inflacionaria no son muy optimistas, incluso reconocido por el propio gobierno, Sánchez Almeyra reconoció que «los próximos tres meses van a ser muy difíciles tanto para el consumidor como para las empresas».
Sobre el nivel de atraso que tiene hoy lo que abona el afiliado a una prepaga, el profesional indicó que «desgraciadamente el atraso es muy grande, superior al 80% pero es porque el sistema de salud tiene muchos insumos dolarizados».
En esa línea, explicó que «esa devaluación del 118% que se produjo pegó en el seno de todas estas empresas que se abastecen de medicamentos y dispositivos médicos de origen extranjero. Eso hace que los costos hayan aumentado de forma espiralada, junto con la inflación interna que tenemos. Pero vamos a buscar artilugios, como podría ser brindar menor cantidad de prestadores, no de prestaciones, para controlar mejor el gasto. Eso se está estudiando en todas las empresas de medicina privada».
Sánchez Almeyra, por otra parte, explicó que todos estos movimientos traerán aparejados una recomposición de los ingresos de los profesionales de la salud: «Todos sabíamos que los aranceles médicos y los sanatoriales sufrían un atraso aún mayor que la cuota de la medicina prepaga. Por lo tanto se espera que en los próximos meses los médicos, bioquímicos, kinesiólogos etc, puedan recomponer un poco sus aranceles».
Ante la pregunta de qué pasaría entonces con el plus que muchos médicos cobran, el vicepresidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios indicó que «ese ‘copago’ irregular supongo que no va a desaparecer en forma inmediata y que con el tiempo irán disminuyendo, aspirando a que desaparezcan del sistema».
Fuente: La Capital
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