Este mediodía ingresó en la Justicia rosarina el primer pedido de quiebra contra la empresa Vicentin. La presentación fue realizada por la firma Gagliardo Agrícola Ganadera y recayó en el Juzgado Civil y Comercial 14, a cargo del juez Marcelo Quaglia.
Luego de entrar en cesación de pagos el pasado 4 de diciembre, es el primer pedido de quiebra que enfrenta la cerealera santafesina.
Gagliardo Agrícola Ganadera tiene su sede central en la localidad de Pérez, aunque sus inicios se dieron en la Patagonia en el rubro distinto de la construcción y obras viales. A mediados de los años 70 se trasladaron a la provincia de Santa Fe, donde “fundaron en el año 1978, Obring S.A., continuación de Ecovial S.R.L.”, según se informa en la página institucional de la firma.
La cerealera afronta una deuda de más de 1.300 millones de dólares y su principal acreedor es el Banco Nación, que otorgó durante la última década créditos millonarios.
“Vicentin quedó lejos de la estatización y más cerca de su venta”
Así titula el sitio ámbito.com un artículo referido a la situación de la empresa santafesina en relación a su principal acreedor, el Banco Nación, que otorgó un crédito de más de $18.300 millones, cuyo origen se encuentra bajo investigación por parte de las nuevas autoridades del ente financiero estatal.
Dice Ámbito Financiero que, al consultar al Banco sobre una posible estatización de la empresa, dijeron que “el Estado solo seguirá de cerca la situación con el objetivo de que se resguarden las fuentes de trabajo y lo más acertado sería que sus dueños ejecuten una venta de activos para cancelar sus deudas”.
Agrega Ámbito que, mientras tanto, los dueños de Vicentin, con la familia Padoan a la cabeza, “siguen encerrados en su laberinto y cuentan cada vez con menos tiempo para salir airosos de la profunda crisis que afecta a la compañía que tiene 90 años de trayectoria en la Argentina”.
Asimismo, menciona que entre las firmas que recurrieron a la Justicia para demandar a Vicentin se encuentran acopios y cooperativas que le vendieron granos por un monto total de alrededor de u$s350 millones y ahora quieren cobrar.
A este grupo de acreedores la empresa le presentó un plan de pagos que no fue bien recibido ya que para los casos en que la deuda supera los u$s30 millones, se propuso un pago inicial del 20% y el resto a pagar en cuotas en hasta ocho años.
Las empresas que recurrieron a la justicia en estos días fueron Agro Giorgi, Bollatti, Bessone, BLD y Corredora Pampeana y en los próximos días se esperan más presentaciones, incluida la de un grupo de productores afectados por el default y que se nuclearon en el reclamo.
Negociaciones complicadas
Siempre al decir de Ámbito Financiero, Vicentin trata de evitar un concurso preventivo de acreedores y sus directivos negocian la venta de algunos de sus activos para afrontar algunos de sus pasivos.
Pero esa posibilidad también estaría complicada porque “los posibles compradores -entre los que se destaca la trader europea Glencore, pero también resuenan otras multinacionales- proponen quedarse con la totalidad de la firma argentina. Pero la familia Padoan no ve con buenos ojos esa alternativa”.
“El escenario anhelado por los dueños de Vicentin sería desprenderse solo de algunos de sus cuantiosos activos o quizás asociarse a un gigante multinacional, pero lejos están de querer entregar la totalidad de la empresa”.
Conclusión y ABC rural
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