Con una situación de alto riesgo sanitario en Argentina, el dengue ha emergido como un problema destacado este verano.

Los grupos prioritarios para la vacunación incluyen a personas con riesgo, como niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas. La protección de la vacuna contra el dengue dura varios años y está diseñada para combatir los cuatro serotipos del virus (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4), los cuales pueden causar formas graves de la enfermedad.

Con más de 48,000 infectados en la actual temporada y un brote en aumento, la situación sanitaria es crítica. El mosquito “Aedes aegypti” es el vector de la enfermedad, transmitiendola cuando se alimenta de sangre de una persona enferma y luego pica a otras personas, propagando la infección.

Existen cuatro serotipos de dengue, y la vacuna Dengvaxia (CYD-TDV) y TAK-003 (Qdenga) son las opciones disponibles. Ambas vacunas son tetravalentes y están autorizadas para su uso en varios países. La Dengvaxia ha sido objeto de controversia debido a algunos incidentes, mientras que TAK-003 ha demostrado ser segura y eficaz en estudios clínicos.

Expertos en infectología y epidemiología enfatizan la gravedad de la situación del dengue en Argentina y la importancia de la vacunación como una herramienta preventiva clave. La incorporación al Calendario Nacional de Vacunación aún está en proceso, pendiente de evaluación por parte de las autoridades sanitarias.

La vacuna contra el dengue se presenta como una medida crucial para hacer frente al brote epidémico. Con la situación sanitaria en un punto crítico, es fundamental que los grupos prioritarios, como niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas, reciban la vacuna para protegerse contra esta enfermedad endémica.