“Durante la gestión de Miguel Lifschitz tomamos la decisión de avanzar sobre las organizaciones criminales sin treguas ni pactos y con todo el peso del Estado. No era un slogan vacío, fuimos contra todos”, señaló Maximiliano Pullaro en el Centro de Justicia Penal de Rosario.
El ex ministro de Seguridad atestiguó en el juicio contra la organización criminal liderada por Esteban Lindor Alvarado. No es la primera vez que Pullaro se enfrenta cara a cara con los jefes de una banda narco, en 2021 lo hizo ante Los Monos, también para explicar cómo fueron las actuaciones impulsadas desde el Estado para detenerlos. En esta ocasión lo hizo acompañado por su par en la legislatura, Clara García, el diputado nacional, Gabriel Chumpitaz, y el ex ministro de Justicia, Ricardo Silberstein.
Para Pullaro la importancia de la causa radica en que, cuando todavía ocupaba el cargo de ministro de Seguridad, se contaba con la información de que al salir Alvarado de la cárcel la violencia se vería incrementada y focalizada hacia la zona oeste de Rosario. “Que hoy salgan a la luz todos los vínculos que esta organización criminal tenía con el delito y la violencia es muy importante y sentimos que estamos cumpliendo con lo que nos pidió el gobernador en ese momento”, señaló.
En relación a las declaraciones del testigo “arrepentido” Carlos Argüelles sobre un supuesto plan para secuestrar uno de sus hijos, Pullaro descartó toda connotación personal al afirmar: “todo lo que hicimos fue en representación de la legalidad del Estado” y consideró que: “por eso logramos que cayeran no sólo las primeras y segundas líneas de Los Monos, sino también la única banda que le disputaba poder y territorio, porque Alvarado construyó y lideraba la mayor organización criminal de la provincia de Santa Fe.”
En el mismo sentido, el referente del espacio UCR Evolución consideró que fue la decisión de “ir a fondo contra todas las organizaciones” lo que posibilitó trabajar en las investigaciones junto a los fiscales del Ministerio Público de la Acusación hasta llegar a dar con la ubicación de Alvarado en Córdoba, donde se mantenía prófugo de la justicia.
“El operativo fue complejo porque había que llegar a la zona de Río Tercero sin hacer ruido ni que se filtrara información”, contó Pullaro sobre el momento en que la Policía de Investigaciones santafesina bajo su mando logró la detención del líder narco. “Después hubo que viajar a EEUU para desencriptar el celular que rescatamos del fondo del lago, donde lo había tirado el propio Alvarado”, dijo y agregó que “esto fue lo que permitió avanzar en la causa con todo lo que ahora se sabe de su organización.”
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