Este martes en los tribunales de San Lorenzo condenaron a Ezequiel Camargo por dos hechos de robo calificado con uso de arma de fuego y por resistirse cuando personal policial procedió a su identificación.

La Jueza de Primera Instancia Dra. Strólogo resolvió homologar el procedimiento abreviado presentado por la Fiscalía representada por la Fiscal Dra. Melisa Serena, condenando a Ezequiel Camargo a la pena de 3 años de prisión efectiva por robo calificado por uso de arma de utilería, robo calificado por uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada, resistencia a la autoridad, en concurso real.

La Fiscalía le atribuye el hecho de fecha 17 de abril de 2022, aproximadamente a las 15:30hs, cuando abordó a la víctima, de 15 años de edad, y exhibiendo un arma de fuego tipo revolver, comprobando luego que era de utilería, le exigió la entrega de una bicicleta. Todo ello en circunstancias en que la víctima había salido a comprar de un kiosco ubicado a la vuelta de su casa, dejando su bicicleta en el suelo y en el momento en que el menor emprendía su regreso a su bicicleta, el condenado lo amenaza mientras saca de entre su ropa un arma de fuego, por lo cual el menor le hace entrega de la bicicleta.

Además, se le atribuyó el hecho ocurrido 30 de junio de 2022 aproximadamente a las 20:00hs, momento en el cual interceptó a la víctima, de 16 años de edad, mientras la misma caminaba por calle San Martín y Mateo Gélvez de la ciudad de San Lorenzo, interceptándola en forma sorpresiva, agarrándola del brazo y apuntándole con un arma de fuego tipo pistola, sustrayendo su teléfono celular.

Por último, se le atribuyó el hecho ocurrido el día 11 de julio de 2022, aproximadamente a las 4:35 hs, en circunstancias en que personal policial pretendía identificarlo mientras circulaba a pie en inmediaciones de la intersección de calles Tucumán y Av. San Martín de Puerto General San Martín, el condenado continúa la marcha y se descarta de un cuchillo, por lo que el personal policial le ordena que ponga las manos en la nuca y se arroje al piso, momento en el cual cuando el personal policial se aproxima, comienza a propinarle golpes de puño y patadas para salir corriendo, siendo finalmente reducido.