Hay 11 distritos que tienen “muy baja o nulo suministro” de combustible. Así lo reflejó la nueva encuesta de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas.
Una nueva versión del “Mapa del abastecimiento de gasoil”, diseñado por técnicos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeeac), reflejó que hasta el 1 de julio, el sector enfrentó problemas de diferente magnitud para acceder al combustible en las 24 provincias de la Argentina. El trabajo, que es una especie de semáforo virtual, se construyó con las más de 1.400 respuestas de conductores y propietarios de camiones que forman parte de la entidad.
“Es la primera vez que el verde (color con el que se identifica a las provincias que no sufren restricción alguna para el repostaje de combustible) desaparece totalmente del Mapa”, dijeron desde la Federación en un comunicado, recordando que en el informe anterior (reflejó lo que ocurría entre el 15 y 25 de junio) solamente Tierra del Fuego aparecía con ese color.
En ese sentido, el actual mapa refleja que hay 11 provincias que se encuentran en rojo, con alto impacto de desabastecimiento en las que hay muy bajo o nulo abastecimiento, y mayor demora en la carga de combustible, y con algunos casos se registran más de 12 horas. Esas provincias son: Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Jujuy, Formosa, Mendoza y La Rioja.
Además, hay una sola provincia con color naranja intenso, que es San Luis, donde el promedio de suministro es de entre 21 y 50 litros por unidad, y con demoras sustantivas en los tiempos de espera y sobrecostos. Por otro lado, aparecen 9 provincias en naranja, con un promedio de suministro es de entre 51 y 100 litros por unidad, y tiempos de espera sustantivos y sobrecostos. Ellas son: Río Negro, Neuquén, La Pampa, San Juan, Catamarca, Santiago del Estero, Salta, Chaco y CABA. Y finalmente hay tres provincias en amarillo: Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, con un promedio de suministro inferior al normal y leves demoras para la carga.
Al momento de realizar un análisis del resultado de la encuesta, Roberto Guarnieri, presidente de Fadeeac, comentó que “esperamos que este haya sido el mapa más complicado de la serie. De acuerdo con lo que nos informaron, tanto los grandes como los pequeños productores de aceite ya están entregando producto a las petroleras para aumentar el corte con biodiésel. Eso y el final de la siembra y cosecha en el campo empezaría a llevar algo de alivio a los transportistas a la hora de buscar combustible”.
Además, el dirigente señaló que “la prolongación de este escenario de escasez y la tardanza en el despacho del gasoil importado pese a los anuncios oficiales, imprime velocidad al aumento de precios. Desde el sector del transporte de cargas hemos alertado sobre el tema y queremos colaborar para morigerar los efectos adversos derivados de no administrar políticas en tiempo y forma. Por ello, reiteramos, es urgente y necesaria la puesta en marcha de mesas de trabajo integradas por representantes del sector público y privado”.
Patagonia y precios
En relevamientos anteriores, la Federación advirtió sobre la situación de las provincias hidrocarburíferas de la Patagonia, las cuales lograban escapar del faltante que afecta de modo especial a la zona centro y norte de la Argentina, pero la aparición del “efecto manta corta”, que consiste en desviar combustible desde el sur para intentar compensar la situación de las regiones más complicadas, provocó que también allí aparecieran cupos y se extendieran los tiempos de espera para repostar.
A todo esto, la entidad planteó la preocupación por el precio al que se accede al combustible. Al respecto, se recordó que sigue existiendo una importante dispersión en el precio del gasoil de acuerdo con la zona geográfica del país de la que se trate. “El tema se vuelve particularmente relevante ante la escalada cambiaria de los últimos días, expresaron desde Fadeeac, cuyos integrantes reclamaron mantener un control de los precios del gasoil, “pues si a la escasez se suma la incertidumbre por la cotización del dólar, las consecuencias pueden resultar muy complejas ya que el mercado de combustibles tiende a acompañar inmediatamente a la estructura cambiaria”.
Con información de Infobae
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