Solicitaron la quiebra de Celulosa Argentina

La empresa Celulosa Argentina, con planta en Capitán Bermúdez, podría ir a la quiebra, luego que una de las empresas acreedoras se presentara en el el Juzgado en lo Civil y Comercial n° 1 de San Lorenzo para solicitar el default.

La firma, que controlada principalmente por Tapebicuá Investment Company, había contratado los servicios de la consultora VALO Columbus para poder reorganizar su pasivo, mejorar su posición de liquidez y evaluar la potencial incorporación de nuevos socios a su capital social.

Desde finales del 2024 la empresa viene teniendo muchas dificultades para pagar deudas y tiene un pasivo financiero que asciende a u$s128 millones. La mayoría de los acreedores más importantes son bancos locales y extranjeros como el Ciudad y varios bancos provinciales y municipales, además del Nación; Galicia; Macro; Rabobank; Santander y Deutsche Bank.

Celulosa Argentina, es la mayor productora de papel del país, y había realizado el mes pasado ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), una propuesta de reestructuración de su deuda a los acreedores. La compañía buscó renegociar el pasivo de 128 millones de dólares, con el objetivo de extender vencimientos, reducir pagos a corto plazo y evitar un colapso en su operatividad. En su comunicación, la empresa explicó que esta medida pretende adaptar su estructura de capital a sus posibilidades, fortaleciendo su situación financiera y garantizando así la continuidad de sus operaciones, esenciales para abastecer el mercado local y cumplir con sus obligaciones con proveedores y acreedores.

Entre los principales acreedores de Celulosa se encuentran diversos bancos, así como tenedores de obligaciones negociables, pagarés y cheques. La empresa controlada por Tapebicuá, cuyos dueños son el estadounidense Douglas Albretch y los empresarios locales José Urtubey, hermano del ex gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, Daniel Maradei y Juan Collado, enfrenta una situación de estrés financiero. De hecho, Tapebicuá vendió títulos de la compañía con la finalidad de inyectar fondos, lo que redujo su participación accionaria en la firma, aunque aseguraron que esa medida sería transitoria.

La compañía viene enfrentando dificultades financieras desde septiembre del año pasado, cuando, debido a una caída en las ventas y pérdida de competitividad, decidió cerrar su aserradero en Garruchos, Corrientes, y despedir a 70 empleados. La propuesta de reestructuración contempla un “préstamo sindicado” en dos tramos, uno en pesos y otro en dólares, que se dividirá en corto y largo plazo, según el tipo y monto de cada deuda. Además, la empresa anunció que comenzará a pagar a sus acreedores recién 24 meses después del cierre del acuerdo, con intereses del 5% en pesos y del 3% en dólares.

Celulosa aclaró que la propuesta fue elaborada en conjunto con VALO Columbus, la firma de asesoramiento financiero que contrató en abril de 2025 para mejorar su perfil de endeudamiento, fortalecer su liquidez y evaluar posibles nuevos socios. Esta misma firma asesoró a los acreedores internacionales de Vicentin y actualmente trabaja con Surcos, fabricante de agroquímicos involucrada en defaults del sector agrícola.

En su último balance anual, Celulosa reportó ingresos por aproximadamente 324 mil millones de pesos, un descenso del 1% respecto al ejercicio anterior, y ganancias por unos 310 millones de pesos, significativamente menores en comparación con los más de 33 mil millones registrados en el período previo. La compañía atribuyó esta situación principalmente a una pérdida por diferencia de cambio derivada de la fuerte devaluación del peso en diciembre de 2023, junto con menores ganancias por exposición a cambios en el poder adquisitivo de la moneda y mayores egresos financieros.

La calificadora de riesgo Fix destacó que la caída en la demanda en el mercado local, junto con la parada programada de su planta en noviembre pasado, impactó en una reducción de los volúmenes vendidos de papel y pulpa en un 19%, y de madera en un 32%. Las ventas totales en el semestre finalizado en noviembre de 2024 alcanzaron los 123 millones de dólares, una disminución notable respecto a los 227 millones de dólares del mismo período en 2023.

En cuanto a su deuda, ésta está compuesta principalmente por 61,76 millones de dólares en créditos bancarios, 46,38 millones en obligaciones negociables, 1,03 millones en cheques y pagarés, y una línea de descubierto bancario de 3,85 millones de dólares.

La semana pasada, la empresa CVS que tiene el contrato del servicio de vigilancia en Celulosa, anunció que no podía pagar sueldos y aguinaldo a los trabajadores de la vigilancia, debido a una deuda millonaria que tenía la fábrica con la contratista. El sindicato de vigiladores Sutravip, logró revertir la medida y que se paguen los salarios, pero aún resta el medio aguinaldo, que podría completarse el jueves de esta semana.

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