Por María Gabriela Cruz, Psicopedagoga y Prof. En Psicopedagogía | Nora Porteiro, Psicóloga
Dando origen a este artículo definiremos el vocablo ADOLESCENTE, eje central en el que confluyen, inquietudes, posicionamientos, análisis, pero que desde nuestra práctica profesional intenta ser “una mirada distinta e integral” que surge a partir de nuestra experiencia laboral.
Adolescens: joven, Adolescere: crecer, estar incompleto o carente de algo. Resulta importante resignificar que la adecuada y justa asociación debe ser con el significado de padecer o sufrir de alguna aflicción no atribuible a la cronología de la vida, sino a las vivencias que en él se suceden, pues la adolescencia es un período crucial durante el cuál se toma una nueva dirección en el desarrollo. Se elabora la identidad y se plantea el sentido de la existencia, la pertenencia y la responsabilidad social.
En este punto abriremos un interrogante quiénes acompañamos desde algún lugar a nuestros jóvenes en este difícil momento que el mundo atraviesa.
¿Qué piensan y sienten en este transitar especial por su Escolaridad Secundaria?
A través de nuestra comunicación por Zoom y otros medios tecnológicos, con diferentes poblaciones de sujetos de distintos contextos socioculturales, realidades familiares e individuales, hemos observado manifestaciones diversas que se traducen en dichos recurrentes tales como: “Nos sentimos cansados”, “Se nos complica mucho por la gran cantidad de trabajos”, “Es incómodo el alejamiento de la escuela”. “Nos cuesta aprender de manera virtual”, “Extraño compartir con mis amigos”, “Me siento desorientado”, “Me siento sólo y triste”, “He perdido a mi tío por Covid”, “Mi familia la está pasando mal”, “Me preocupa el tema de la libertad”.
De esta manera podríamos reflexionar que todas estas expresiones encubren un profundo SENTIR DE ANGUSTIA que al poder ser simbolizada y traducida en una PALABRA resulta liberadora, invitándonos a quiénes somos sus adultos referentes, a abrir una mirada que los comprenda en su padecer, permitiéndonos involucrarnos ya que TODOS estamos atravesados en estos momentos por idéntico SENTIR.
Se impone ante esta realidad, la incertidumbre invadiendo nuestro SER Y HACER cotidianos, sin embargo la misma no debe capturarnos y dejarnos sin rumbo, aquí se nos presentan las palabras de un alumno acerca de lo que acontece: “Aquello que sucede y no depende de nosotros no lo podemos cambiar, pero podemos cambiar todo lo que depende de nosotros”. Es así como el mismo da un giro al discurso inyectando una dosis de esperanza, construcción, en fin, sueños que aunque sea por un momento nos permitan modificar el PRESENTE.
OTRO ELEMENTO PROPIO a estas prácticas educativas actuales lo son las clases virtuales, aquí nos detendremos en la conducta del MOSTRAR que muchos adolescentes expresan con características de inhibición, “dificultades para sostener sus camaritas encendidas”, o micrófonos abiertos, resultando ello parte natural de esta etapa que transcurren tan inestable intensa, pasional conjugada con la preservación de su intimidad.
En este punto del artículo regresamos a nuestro punto de partida:
Nuestra Modalidad terapéutica: UNA AYUDA PARA APRENDER MEJOR es una mirada que se sostiene sobre tres pilares básicos: ESCUELA NIÑO o ADOLESCENTE FAMILIA siendo en esta trama de redes de los aprendizajes y sus vicisitudes cobran su real significación.
A través de este relato, intentaremos ilustrar algunas intervenciones vinculadas al Abordaje Psicopedagógico Integral efectuado, en el que se ha colocado un nombre ficticio a la protagonista del caso: MARIA, dejándose debidamente aclarado que el mismo pertenece a la época de la Educación Presencial.
PRESENTACION DEL CASO: INICIO DE LA ESCOLARIDAD SECUNDARIA.
María, es una niña de trece años que concurre a primer año de la escuela secundaria. Presenta ciertas dificultades en algunas áreas de estudio, situación detectada por su facilitadora de la convivencia, quien por tal razón cita a sus padres para informarlos acerca de dichas circunstancias (el bajo rendimiento escolar de la alumna).
Ante la preocupación puesta de manifiesto por dichos progenitores la profesora sugiere consulta con profesionales del área.
DIAGNOSTICO PSICODEPAGOGICO INTREGAL
Entrevista de admisión: (realizada por psicopedagoga y psicóloga). En esta instancia los padres, aceptando la propuesta de la escuela, concurren a tan ansiado encuentro. Durante el despliegue del mismo expresan su inquietud focalizada en la posibilidad de que María repitiera el año, sorprendidos debida a que ella transcurrió la escolaridad primaria sin escollos ni sobresaltos. Relatan diversas exteriorizaciones de la conducta de su hija relacionadas con; ansiedad, negativismo ante sus producciones escritas, necesidad de estar en movimiento permanente, habla compulsiva. Todas ellas atribuidas a una única causa: SU FALTA DE VOLUNTAD Y RESPONSABILIDAD.
En el devenir de este encuentro el asombro y la decepción se conjugaron ante la niña que hasta este momento los había colmado y gratificado en todas sus expectativas. Al haber sido siempre una brillante alumna ellos verbalizan que si le va mal es por su vagancia sobre exigiéndola sin medida.
Podríamos comenzar a observar en este punto como los rótulos empiezan a condicionar negativamente a María. Al mismo tiempo la imposibilidad de sus progenitores para poder comprender qué le sucede y por qué actúa de esa manera.
Se abren nuevos interrogantes a develar: ¿Por qué es vaga? Una primera hipótesis se asocia a que ante el sentir de fracaso en todo lo relacionado con lo escolar “evita conectarse con ello por la angustia que le ocasiona”
A partir de esta primera sesión sus padres empiezan a calmar sus ansiedades, intentando transitar un camino diferente en el cual ellos son parte del proceso de ayuda.
En dicho espacio la niña pudo manifestar su preocupación ante lo que le ocurría (aspecto esencial y necesario para poder ser ayudada)
Sus dichos: “me va mal en la escuela”, “nunca me fue tan mal”, “me da mucha bronca, estudio y me parece que no me entra”, “no sé por qué, será que tengo algo en la cabeza”
A través de estas expresiones se vislumbra el sentir y el pensar de María en relación a su problema, su gran desvalorización que no hacen más que afirmarla en su NO PODER.
En su vinculo con sus producciones escolares y ante simples consignas se observaron profundas inseguridades. Sus verbalizaciones: “¿Me lo explicas?, me pongo muy nerviosa en las pruebas, me dan ganas de llorar”, “mi cerebro no me da, no sé que poner”, “creo que voy a repetir, me olvido de todo”.
Desde otro aspecto del análisis aquel referido a sus esquemas cognoscitivos, mediante la administración de diferentes herramientas psicopedagógicas, la niña dejó traslucir un pensamiento móvil con argumentos conceptuales pertenecientes a una lógica en transición desde un Periodo de Operaciones Concretas a uno Formal Evaluación Método Clínico de J. Piaget, esperable para su edad cronológica, al mismo tiempo denoto excelentes recursos memorísticos, razonamiento y comprensión de textos, con muy buen nivel de información y posibilidades en su oralidad.
Esta descripción previa hace referencia a una cara del síntoma: lo visible, signos, el potencial intelectual que María posee y lo que podría aprender, pero que al encontrarse impregnada por sus emociones negativas, las de su entorno familiar y escolar, no puede desplegar (ello es, su sentir condiciona de tal manera que sus aprendizajes se manifiestan totalmente obturados)
SUCESIVAS ENTREVISTAS CON LOS PADRES DE MARIA
Durante este tiempo del proceso los papás de la niña inician un camino diferente. Comienzan a aceptar a su hija tal como es, con sus capacidades, emociones, devolviéndole una imagendiferente, confiando en sus posibilidades, transmitiéndole mayor seguridad.
ENCUENTROS CON DOCENTES
En los mismos empezaron a establecerse acuerdos en relación a la presentación de contenidos curriculares, metodologías a implementar, herramientas pedagógicas colaborativas con el mismo objetivo: AUNAR CRITERIOS VINCULADOS A LAS NECESIDADES DE MARIA. para que de esta manera el tratamiento psicopedagógico obtenga resultados positivos
DESARROLLO DEL TRATAMIENTO CON MARIA
En el transcurso del proceso terapéutico pudo la niña empezar a descubrir una nueva imagen de sí misma, comenzó a vincularse de otra manera con sus aprendizajes escolares, (con mayor entusiasmo e iniciativa personal), modificó la actitud para conectarse con la lectoescritura, y las tareas en general. Aprendió métodos de estudio que le permitieron desplegar su potencial intelectual. Pudo correrse de marcas enquistadas: Sus dichos “- Cuando empecé acá nada me salía, ahora creo que las cosas me salen bien, parecía que era burra pero no lo soy, ahora estudio y entiendo y mi mamá ya no me ayuda, porque le digo que sola puedo”. “Ella me dice, tu profe me comunicó tus avances y cómo cambiaron tus trabajos escritos y qué segura te nota en las lecciones…”
Es así que la historia de María inicia un nuevo rumbo. Su transitar por la Escuela Secundaria comenzó a producirle un SENTIR DIFERENTE con mayor entusiasmo y con la certeza que imprime en las personas el SENTIR DE PODER ,sentimiento que se fue gestando en ella a partir de un cambio de mirada recibida tanto de su familia como de su Escuela.
Es nuestro anhelo que la protagonista de nuestra historia real pueda ser replicada por otras niño/as, adolescentes que atravesando similares situaciones puedan recibir esa AYUDA MANCOMUNADA de los pilares que a nuestro entender y convicción son las FAMILIAS entramadas con las ESCUELAS y de tal manera logren realizarse en la construcción de sus vocaciones pero más allá de ello SEAN FELICES.
Qué opinas?