Una ayuda para aprender mejor: “Miremos y escuchemos al docente en tiempos de pandemia”

Por María Gabriela Cruz Prof. En Psicopedagogía y Psicopedagoga y Nora Porteiro Psicóloga.

Como dijéramos en artículos previos relacionados con la temática que nos convoca: “Las dificultades en el Aprendizaje Escolar en niños y adolescentes”, quisiéramos detenernos en uno de los pilares en los que se sostiene nuestra Práctica profesional: La función DOCENTE.

Este vocablo proviene del latín de la palabra DOCERE que significa ENSEÑAR, transmitir conocimientos, habilidades. En este punto, cabe destacar entonces, la estrecha vinculación con la persona que recibe dicha enseñanza: EL APRENDIZ, quién al apropiarse de los “objetos cognoscitivos” que le ofrece el primero, diremos está aprehendiendo. Nos encontramos así ante una relación humana denominada TRANSFERENCIA en la cual aparecen sentimientos que pueden favorecer u obstaculizar la misma: rechazo, compasión, sobreprotección y al mismo tiempo en el docente vivencias de su propia historia como alumno, su significado del conocimiento, la auto exigencia, como así también sus expectativas de logro, que en general tienen que ver con la PROMOCION ESCOLAR, quizás  su mayor preocupación.

Tiempos difíciles, complejos en donde la HUMANIDAD TODA ha debido readaptarse a una nueva manera de SER y ESTAR en el mundo. Presente que deseamos se transforme en este escrito, en un obsequio, una caricia, una mirada que intenta tener un acercamiento especial a tantísimos profesionales de la educación que dejan huella por su entrega silenciosa y profunda vocación.

Son ellos los primeros MEDIADORES en el proceso de Enseñanza/aprendizaje, quiénes a través de la utilización de herramientas tecnológicas, ponen de relieve nuevas modalidades denominadas ASINCRÓNICAS. Ejemplo de ello lo visualizamos en los trabajos enviados a sus alumnos, los que son resueltos con posterioridad. De esta manera las preguntas, dudas   construcciones colectivas se desvanecen.

De idéntico modo somos conscientes de que la conectividad no llega a todos sus destinatarios de forma igualitaria.

Aquí acontece una situación inédita: LA TRASPOLACIÔN DE LA ESCUELA AL HOGAR con sus adultos intervinientes (padres, tíos abuelos etc.) SEGUNDOS MEDIADORES en el acto de ENSEÑAR Y APRENDER, emergiendo ante este panorama un sujeto aprendiz, que si bien es una integridad, se comporta de manera disímil de acuerdo al ámbito y a los vínculos que se ponen en juego.

Es así como observamos a menudo, a padres intentando explicar un ejercicio a su hijo, sin poder advertir tal vez, que más allá de la tarea en sí misma, se transmiten sentimientos profundos que podrían favorecer o interferir dicha situación. Al mismo tiempo, es posible que los chicos no las sientan como propias debido a que los adultos a menudo las incorporan como suyas, sin que surja tal vez algún  pensamiento respecto a que en  el ámbito escolar, en momentos de presecialidad sus hijos están solos y tendrán que resolver por sí mismos,  por lo tanto inconscientemente estarían preparando un terreno  fértil para la emergencia de situaciones de no poder.

Quisiéramos aclarar, que esta necesidad imperiosa de cambio de roles: PADRES ENSEÑANTES DOCENTES DESDIBUJADOS, completan la excepcionalidad de estos tiempos históricos que nos toca vivir.

Surge aquí un interrogante que a TODOS NOS CONVOCA y nos atraviesa: QUE SIENTEN NUESTROS DOCENTES?

A partir de encuentros virtuales pudimos percibir en ellos, distintos estados anímicos: entusiasmo, optimismo, deseos de superación, valoración de sus potencialidades, asociados o a veces opuestos a otros tales como frustración, impotencia, cansancio, ansiedad, angustia. Todo  este abanico de sentires los encuentra haciéndose eco de una ardua tarea.

En algunos casos hemos captado mediante las pantallas rostros tristes y por qué no decir agotados ante una vida que de repente se transformó en un hacer full time en función de sus roles cotidianos. Algunos de sus dichos recurrentes: “No me alcanza el tiempo para nada” “No llego a corregir” “No termino de conocerlos” “Me responden unos pocos…”.

Si nos detenemos en el nivel inicial las seños expresan “Los teléfonos no contestan” “Son muy poquitos los que hacen los trabajitos” “Las familias no tienen conectividad” “Los extraño tanto”.

Se impone ante nuestra mirada que recorre los distintos Niveles del Sistema Educativo el concepto de EXPECTATIVAS.  El mismo se relaciona con la espera…entonces nos planteamos: Ante este futuro incierto TODA EL MUNDO espera…confiando espera cambios positivos y esencialmente humanísticos. Ahora bien la REALIDAD impone LIMITES,  de esta forma volviendo a los PROTAGONISTAS de este ARTICULO consideramos que los resultados que ellos anhelan seguramente  serán diferentes a los que esperan…

En síntesis, necesariamente la escuela como Institución Social Educativa y el docente como actor irreemplazable se convierten en piezas inherentes e ineludibles al mismo ACTO EDUCATIVO-

Es nuestro deseo profundo seguir compartiendo con USTEDES este caminar, de aciertos y desaciertos, construcciones colectivas, miradas compartidas ya que el SABER debe circular, no es de uno ni de otro…es de TODOS!!!!

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