Vacunatorios vacíos: Los rusos desconfían de la Sputnik V

Pese a que Rusia es uno de los países con más altos índices de contagio, la población prefiere no vacunarse y Vladimir Putin todavía no se inoculó la dosis.

Con el fuerte aumento de los casos de Covid-19 en Rusia, las autoridades confían en la vacuna como respuesta a la crisis, y hasta abrieron la vacuna al público incluso antes de que finalice los ensayos de Fase III. En el primer grupo, los trabajadores sanitarios y los profesores pueden iniciar el tratamiento de dos dosis.

El personal medico ya esperaba con las jeringas listas, tras el lanzamiento esta semana de la primera fase de vacunaciones masivas contra el coronavirus. Pero se asombraron al ver que las filas de asientos vacíos se alineaban en la sala de espera.

Pero parecía haber más escépticos de las vacunas que adeptos en la primera semana en Rusia, luchando con el cuarto mayor número de casos con más de 2,5 millones.

Las razones se basan tanto en la historia de Rusia de cautela ante las autoridades como en las teorías conspirativas que circulan por Internet y los negacionistas de la pandemia, lo que refleja gritos de protesta similares contra las vacunas en los Estados Unidos, Alemania y otros lugares.

Las autoridades rusas tampoco ayudaron a su causa emitiendo mensajes confusos sobre si los vacunados deben evitar el alcohol durante semanas.

“No confío en eso”, dijo la estudiante de ingeniería mecánica Lia Shulman, de 21 años, “porque siempre mienten. Si el gobierno te dice que hagas algo, debes hacer lo contrario”.

Rusia se apresuró a registrar su vacuna en el verano antes de que fuera evaluada por completo en los ensayos, lo que puede haber alimentado las dudas del público. Pero el escepticismo profundamente arraigado sobre las promesas oficiales se remonta a la época soviética. Muchos rusos simplemente no compran la imagen optimista de la vacuna pintada por las autoridades sanitarias

Los líderes de Rusia ven la vacuna Sputnik V como un ejemplo del poder científico ruso, a la par de las vacunas desarrolladas en Estados Unidos, Europa y China.

El Fondo Ruso de Inversión Directa, que invirtió en la vacuna, dice que más de 40 países han mostrado interés y que hay pedidos globales de 1.200 millones de dosis. El primer ministro Mikhail Mishustin predijo el miércoles una demanda global “explosiva” de Sputnik V.

Los medios estatales rusos han lanzado propaganda positiva sobre la vacuna desde el verano, pero muchos rusos siguen sin estar convencidos.

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