La empresa Vicentin, la principal exportadora de productos de soja procesada de la Argentina, está en negociaciones para lograr un acuerdo de venta de activos con la empresa europea Glencore, según indicaron fuentes cercanas a las negociaciones. La companía, de casi 90 años de historia, enfrenta una deuda en default que ronda los USD 1.250 millones.
Vicentin viene de incumplir pagos a sus proveedores desde fines del año pasado y les ofreció a los productores de granos una oferta de reestructuración de deuda. Las versiones sobre una posible intención de estatización de la compañía, cuyo principal acreedor es el Banco Nación, habrían acelerado las negociaciones de venta. De acuerdo a las fuentes, el acuerdo debería definirse durante la próxima semana.
En diciembre de 2019, Vicentin ya vendió a Glencore una parte de su participación en Renova, un emprendimiento que tienen en conjunto, y que entre sus operaciones cuenta con una planta de procesamiento sobre el Río Paraná.
Las versiones sobre una posible estatización de la compañía habrían acelerado las negociaciones
Vicentin ahora está en conversaciones para vender el resto de su participación, según señaló otra fuentes a la agencia Reuters: “Vicentin ha decidido vender pero no declarar la bancarrota. Ha estado hablando con Glencore, principalmente, por una venta”.
El fin de semana, en una entrevista con el canal C5N, el presidente Alberto Fernández se refirió a la situación de la empresa cerealera. “Es un tema muy grave porque el Banco Nación otorgó un crédito por encima de lo que objetivamente podía hacerlo, mientras que la empresa fallida tomó un crédito muy por encima de lo que podía pagar. Allí, hay una investigación en marcha.
Tengo en claro que es una empresa muy importante y es fuente de trabajo de mucha gente. Nadie quiere que la fuente de trabajo se cierre y todo indica, cuanto menos, que allí hubo un acto de enorme irresponsabilidad. Así que, vamos a estudiar bien el tema”, señaló.
Vicentín prometió el viernes pasado a sus acreedores presentar una propuesta de pago de su deuda en default. Un grupo de representantes de la firma se reunió con integrantes de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (CARSFE), del Centro de Corredores de Cereales de Rosario y de la Sociedad Gremial de Acopiadores de Rosario, para analizar la crisis que generó mucha incertidumbre en los productores. La empresa buscará evitar la apertura del concurso preventivo, con la puesta en funcionamiento de sus plantas y así retomar el nivel de actividad.
En diciembre pasado, la empresa santafesina anunció que enfrentaba una cesación de pagos con sus proveedores debido a lo que definió como “estrés financiero”. Según trascendió, la deuda comercial se acerca a los USD 350 millones y con los bancos suma otros USD 900 millones de dólares, incluidos compromisos por $18.000 millones con el Banco Nación.
En el último tiempo, Vicentin invirtió fuerte en plantas de biodiésel, lo que la llevó a contraer deudas con distintas instituciones, en su mayoría internacionales
Respecto de su relación con el Nación, principal acreedor de la firma, la empresa señaló que la entidad bancaria oficial es “desde hace más de 50 años la institución financiera más importante para Vicentin, y a lo largo de los distintos cambios de Gobierno, siempre se ha manejado de manera institucional”.
En el último tiempo, Vicentin invirtió fuerte en plantas de biodiésel, lo que la llevó a contraer deudas con distintas instituciones, en su mayoría internacionales. La firma dice que su “deuda no se fugó del país, sino que está invertida en bienes productivos”.
Fuente: Infobae
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