La Comunidad Valenciana vuelve a revivir la pesadilla de los efectos que dejan los temporales torrenciales que periódicamente se dejan sentir en esta zona mediterránea con efectos devastadores en vidas humanas y en pérdidas materiales, desde la riada de 1957 y la ‘pantanada’ de Tous de 1982 a “la peor” gota fría del siglo -tal y como ha sido calificada la DANA de este martes-, que ya ha dejado al menos medio centenar de víctimas mortales.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) advierte al respecto que los patrones de precipitación se están alterando en la Comunidad Valenciana: “Lluvias más torrenciales y de corta duración”. Así, puede llover lo mismo en volumen anual, incluso un poco más, pero de forma distinta, en menos días de precipitación. Una lluvia se considera torrencial cuando descarga más de 60 l/m2.
De este modo, la región recordará el 29 de octubre de 2024 como un día tristemente “histórico” debido a la virulencia de una DANA cuya lluvia “descomunal” ha roto con los registros y deja “la peor” gota fría del siglo.
Imágenes de centenares de personas atrapadas en sus casas, en los techos de coches, en polígonos; ríos desbordados y carreteras cortadas que impiden a los efectivos de rescate poder acceder a las zonas inundadas.
Unas instantáneas que traen a la memoria la riada de 1957 cuando una avenida extraordinaria, que se produjo como consecuencia de lo que se conoce como un “proceso convectivo de mesoescala”, afectó fuertemente a la cuenca media y baja del río Turia, con precipitaciones superiores a los 100 mm en 24 horas.
Las lluvias causaron una primera onda de crecida que llegó a València a las cuatro de la mañana del día 14 con un caudal máximo de 2700 m3/s (metros cúbicos por segundo), y una segunda onda de crecida que llegaba a las dos y media con un caudal máximo de 3700 m3/s. Estos dos desbordamientos dejaron la ciudad sumida en la catástrofe, con 81 víctimas, miles de damnificados y cuantiosos daños materiales.
La tragedia cambió para siempre la fisonomía de la ciudad con la construcción de un nuevo Cauce del Turia, que dispone de una capacidad de evacuación de 5000 m3/s. Así, según informa la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), el cauce nuevo del Turia ha desaguado “sin problemas” dos puntas de 2000 m2/s, por lluvias de entre 300 y 400 litros/m2 en el medio Turia.
La catástrofe se repitió en la provincia un 20 de octubre de 1982 cuando unas lluvias torrenciales descargaron con fuerza en la zona de la Muela de Cortes y en la margen derecha del Júcar que provocaron la rotura de la presa de Tous arrasando numerosos municipios de la comarca de la Ribera y provocando decenas de víctimas mortales.
Por su parte, la gota fría de noviembre de 1987 “también afectó a la mitad sur de la provincia de Valencia, sobre todo a la Safor y Vall d’Albaida y, al día siguiente a la Ribera y también a la Vega Baja”.
Esta DANA de 2024 ha dejado registros “históricos” con una lluvia “descomunal” que también ha roto los acumulados por la gota fría de 1996. Así, la cantidad de precipitación caída sobre Chiva (Valencia)sobre las 22.00 horas de este martes ya se registraban 445,4 l/m2.
Se trata de “la mayor cantidad de precipitación en 24 horas en la Comunidad Valenciana desde la gota fría del 11 de septiembre de 1996, cuando se acumularon 520 l/m2 en Tavernes”.
La provincia de Alicante sufrió su última DANA en 2019, que dejó en la Vega Baja una precipitación máxima de 521,6 l/2: Cayó en un día lo mismo que en todo un año. Otras gotas frías fuerte acumulación de lluvias en las últimas décadas fueron las trágicas precipitaciones de octubre de 1962 en Castellón; el episodio de septiembre de 1989, que fueron lluvias generalizadas en toda la Comunitat; la que descargó en la Safor el 11 de septiembre de 1996; el trágico episodio que descargó sobre la ciudad de Alicante el 30 de septiembre de 1997; la extensa y duradera situación de octubre del año 2000; el temporal que golpeó la Marina en octubre de 2007, o los dos temporales de octubre y noviembre del pasado 2018.
(Información elaborada por Europa Press)
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