La tarde del domingo en la Playa Este de la Laguna Setúbal, Santa Fe, dejó un preocupante saldo de 33 mordeduras de palometas. Hasta el momento, no se registraron incidentes de ese tipo en la región.

Los reiterados ataques pusieron en alerta a los bañistas y reforzaron el pedido de los guardavidas de respetar sus indicaciones, especialmente en condiciones de bajante y altas temperaturas, que son ideales para la proliferación de esta especie.

Con temperaturas cercanas a los 40°C, la única playa habilitada en la capital santafesina estuvo abarrotada de visitantes, lo que también provocó congestión vehicular en la costanera Este y el puente Colgante.

Bajante del Río: Un Factor Clave

El Instituto Nacional del Agua (INA) informó que el nivel del río sigue descendiendo. Según su último reporte, la altura en el puerto local podría bajar hasta 1,69 metros en los próximos diez días, en comparación con los 2,50 metros registrados el 8 de enero.

Este descenso expone las orillas y la vegetación ribereña, lo que incrementa la actividad de las palometas en áreas como la Laguna Setúbal.

Recomendaciones de los Guardavidas

Los responsables de la seguridad en la playa enfatizan la necesidad de seguir sus instrucciones, evitar ingresar al agua en horarios de mayor calor y prestar atención a las señales de peligro.

Mientras tanto, en otras riberas, como las playas rosarinas o las de la región, no se han reportado incidentes similares, aunque el fenómeno es un recordatorio de los riesgos asociados con la bajante y las altas temperaturas típicas del verano.