El hecho trascendió publicamente el 31 de enero cuando tres niños, dos con autismo severo quedaron encerrados en un espacio lúdico de Dorrego al 2100 de San Lorenzo, cuando la docente se fue y los dejó solos aproximadamente entre media hora y cuarenta y cinco minutos, tras seguir a su pareja.

Este mediodía, en los tribunales de San Lorenzo, se llegó a un acuerdo entre la Fiscalía y la Defensa donde por procedimiento abreviado y homologado por la jueza Griselda Strólogo, condenaron a Aldana Ansaldi, por privación ilegítima de la libertad y abandono de persona, por un hecho que trascendió públicamente cuando la docente dejó encerrados a tres niños en la ludotecua Y tu Quique, dos de ellos con autismo el pasado 31 de enero.

La docente de 35 años, había quedado en prisión preventiva por un mes, hasta que con la autorización de los padres de los niños se llegó a un acuerdo en el que Aldana no irá presa, sino que será internada en un Centro de Rehabilitación de drogas.

El acuerdo, arribado entre la Fiscalía y la Defensa y aceptado por la imputada, la condenó a dos años de prisión en suspenso y a tres años de inhabilitación como docente. Además deberá cumplir con ciertas reglas de conducta y será internada para su rehabilitación a las adicciones en un Centro Adventista en Entre Ríos.

La Fiscalía le atribuyó el hecho ocurrido en fecha 31 de enero de 2025 a las 16.30hs aproximadamente, en calle Dorrego al 2100 de la localidad de San Lorenzo, en circunstancias de ser titular de la ludoteca para niños con capacidades diferentes, y siendo la terapeuta de un niño de 3 años quién padece un severo grado de autismo; un niño de 6 años y un niño de 8 años también con trastorno autista.

Se la imputó por haber puesto en peligro la vida y la salud de los menores mencionados, retirándose del lugar y dejándolos solos y encerrados por al menos 45 minutos, sin ventilación, con elementos de peligro, y extrema temperatura; colocando en situación de desamparo y abandonando a los niños siendo éstos incapaces de valerse, teniendo además el deber de cuidarlos. Dicha situación se extendió hasta que el padre de uno de los niños pudo ingresar al lugar y prestarles auxilio.

Asimismo se le atribuyó en el contexto antes mencionado la privación ilegítima de la libertad de los niños al dejar bloqueados los accesos de ingreso y/o egreso del lugar.

Entre las evidencias, el fiscal Nicosia enumeró la entrevista de los padres de uno de los niños, que fueron los que rompieron con un barrote el portón cuando fueron a retirar a su hijo, y los progenitores de otro niño que también estaba en el lugar.

Para fijar el acuerdo, se tuvo en cuenta que la docente no contaba con antecedentes, y que seometerá a un régimen de tratamiento para consumo de estupefacientes bajo internación en un Centro Adventista en Entre Ríos; además de la prohibición de acercarse a las víctimas y un resarcimiento económico de $600.000 pesos para ambas familias, debido a que los familiares del tercer niño decidieron no realizar la denuncia penal.