Con tan solo 20 años, Rocío Aylén Albornoz se ha convertido en un símbolo de solidaridad en Puerto San Martín. A través de su página de Facebook, impulsa una campaña de recolección de donaciones para asistir a familias en situación de vulnerabilidad, demostrando que ayudar no depende de los recursos, sino del compromiso y el corazón.

Su vocación solidaria comenzó el año pasado, cuando, con esfuerzo propio, organizó una colecta de juguetes para el Día del Niño. Su deseo de ayudar la llevó a redoblar esfuerzos y ahora busca recolectar alimentos y mercadería para repartir entre quienes más lo necesitan.

El sueño de Rocío

“Cada uno tiene su sueño y bueno, el mío es esto, el mío es ayudar a los necesitados, solo eso nomás, muchísimas gracias por su atención y bueno, quiero que mi sueño se me cumpla, que se me cumpla pronto, así puedo ayudar a familias”.

Hoy, vive con su pareja y sus tres hijos pequeños, de 6 años, 3 años y 8 meses, y estudia para ser extraccionista de laboratorio. A pesar de las dificultades económicas, nunca deja de lado su vocación solidaria. “Gracias a Dios, a mis hijos la comida no les falta nunca, pero hay muchas familias que no tienen la misma suerte”, reflexiona. Su hija mayor, incluso, participa en la causa, ayudándola en los sorteos de donaciones.

El sueño de un comedor comunitario

Rocío sueña con abrir un comedor para ofrecer un plato de comida a quienes lo necesiten: “ Cuento con la ayuda de varias personas y bueno, quiero este año, mi proyecto es poder ayudar a muchísimas más familias, tener un lugar en donde pueda darles una viandita para que puedan comer, los niños que no tienen”, dijo en diálogo con Pregón.

Mientras tanto, continúa recolectando ropa y alimentos para distribuirlos en la calle. Con la mirada puesta en la próxima Pascua, su nuevo objetivo es repartir huevos de chocolate a los niños más necesitados. “Hoy en día tengo mi pareja, papá de mis hijos, tengo 3 hijos, tengo 20 años, soy joven, así que bueno, ya te digo, hace varios años vengo con esto, pero bueno, me largué ahora a ver si cuento con la ayuda de gente y que me ayuden y me colaboren con arroz, fideos, juguetes, lo que sea, no pido plata, no pido nada de eso”.

Para quienes deseen colaborar, pueden seguir su página de Facebook, “Albornoz Ailén”, donde comparte sorteos y videos que muestran la entrega de las donaciones. “Quiero que la gente vea que su ayuda llega a quienes realmente lo necesitan”, afirma.

Con su esfuerzo y dedicación, Rocío está construyendo un puente de solidaridad en su comunidad, demostrando que un simple acto de amor al prójimo puede marcar la diferencia.