A La Fea la habían detenido el pasado fin de semana en una vivienda de Puerto San Martín donde cumplía prisión domiciliaria por orden del Tribunal Federal. Sin embargo lideraba una banda dedicada a la venta de drogas que también fue imputada en el día de ayer.

En una audiencia celebrada el 23 de mayo de 2025 en el Centro de Justicia Penal de Rosario, la Justicia imputó a once personas por su presunta participación en una organización dedicada al comercio de estupefacientes en la zona del Barrio Godoy. Los fiscales a cargo, Dres. Franco Carbone y Lisandro Artacho, elevaron la acusación por delitos de comercialización de drogas agravados por la coexistencia de más de tres personas organizadas, en calidad de coautores.

La jueza de Primera Instancia, Dra. Eleonora Verón, formalizó la imputación y dispuso que los imputados permanezcan con prisión preventiva hasta el 9 de diciembre de 2025, con posibilidad de prórroga automática si la Fiscalía presenta acusación en ese plazo.

Según la investigación, la organización operaba de manera sistemática desde principios de diciembre de 2024 hasta mayo de 2025, controlando puntos de acopio, fraccionamiento y distribución directa a consumidores en Rosario. La estructura contaba con una jefa, Jesica González, quien coordina toda la actividad, y un escalafón jerárquico que incluye a responsables de logística, venta y control de dinero.

Los responsables principales, entre ellos Nahuel Andino, Brenda Andino, Estela Carrizo y Andrés Kalil Sánchez, dirigían las operaciones y supervisaban a un grupo de vendedores que realizaban las entregas en la calle y en puestos fijos. Entre los roles destacados, Eugenio Fakerman se encargaba de retirar los estupefacientes ya fraccionados y vender en la vía pública, mientras que Camila Dumbasky y Olga Rosales realizaban ventas directas a consumidores.

La organización manejaba además depósitos y puntos de acopio, coordinaba con diversos vendedores en la vía pública y en puestos fijos, y recibía los pagos en efectivo o mediante transferencias bancarias.

Las autoridades continúan investigando para identificar a otros posibles integrantes de la banda y desarticular por completo la estructura delictiva. Los once imputados permanecen en prisión preventiva a la espera de la siguiente etapa judicial.

La acusación contra Jésica Daniela González “La Fea” y las otras diez personas implica que formaban parte de una organización criminal dedicada a la venta minorista de drogas en barrio Godoy. Se les imputa haber operado puntos de acopio, fraccionamiento, distribución y venta de marihuana y cocaína, actuando como una estructura al estilo de una pequeña empresa narco.

La investigación señala que respondían a González, quien sería la cabecilla, y que la banda realizaba transacciones en la vía pública y en búnkeres, manejando dinero en efectivo y transferencias.

Además, están vinculados a extorsiones, amenazas y un homicidio ocurrido en marzo, presuntamente por deudas de droga. La causa los señala como parte de una estructura criminal activa desde diciembre del año anterior, con algunos líderes aún prófugos.

Los roles de cada uno de los imputados

• Jésica González., se encarga de la coordinación operativa del comercio de estupefacientes con los principales organizadores de la estructura, gestiona reposiciones y recauda el dinero de las ventas, entrega directamente los estupefacientes en cantidades destinadas directamente al consumidor integrando en el último eslabón de la cadena de comercialización a Nahuel Andino, Brenda Andino, Estela Carrizo, Arturo Velazquez., y Andres Kalil Sánchez., quienes comparten nivel jerárquico intermedio en la estructura, efectuando los nombrados, tareas de venta al público de manera directa, y asimismo encontrándose éstos por encima de vendedores subordinados.
• Nahuel Andino, se encarga de la coordinación operativa del negocio. Comparte nivel jerárquico con Brenda Andino., y Kalil Sánchez., estando por encima de vendedores subordinados a quienes imparte instrucciones.
• Brenda Andino. y Estela Carrizo con funciones que exceden largamente la mera venta al menudeo, ambas gestionan paquetes de cocaína identificables con sus propios nombres, lo que revela un sistema de control individualizado. Llevan adelante el control de la entrega y rendición del dinero proveniente de las ventas.
• Andrés Kalil Sanchez., desde al menos el mes de marzo, asumió la coordinación de distintas actividades logísticas vinculadas con la comercialización. Se lo observa disponiendo de personas para cubrir puntos de venta, custodiar domicilios o intervenir ante situaciones de riesgo para la continuidad del negocio. Se encuentra a cargo de regentar dos puntos de venta imparte instrucciones y garantiza la continuidad del circuito de distribución.
• Melina Andino, se le atribuye la venta al público de estupefacientes fraccionados en pequeños paquetes. Asimismo, controla la venta realizada por vendedores que trabajan a cargo de ella.
• Eugenio Fakerman., su rol consiste en el retiro de paquetes de cocaína y marihuana ya fraccionados y su posterior venta en la calle directamente a los consumidores, asumiendo un rol subordinado a los aquí imputados, en donde cumplía órdenes de los mismos y se dedicaba a la venta y recaudación en calle, para luego rendir cuentas a sus jefes.
• Camila Dumbasky y Olga Rosales., se atribuye la venta al público de estupefacientes fraccionados directamente al consumidor. Reciben pago directamente por parte de Nahuel Andino. Asumen un rol menor dentro de la organización, recibiendo directivas.
• Francisco Quintana, se le atribuye la venta al público de estupefacientes fraccionados en pequeños paquetes destinados directamente al consumidor. Recibe instrucciones asiduamente por parte de Andres Khalil Sánchez
• Micaela Cejas; su rol consiste en la venta directa de estupefacientes a consumidores. Asimismo, guarda dinero y estupefacientes.

Jésica “Fea” González, vinculada a actividades delictivas y ex pareja del condenado Claudio Javier “Morocho” Mansilla, fue detenida el pasado 17 de mayo en Puerto General San Martín, donde estaba con prisión domiciliaria, en un operativo de Gendarmería en Rosario por sospechas de narcomenudeo. Se investigaba su posible rol en la venta minorista de drogas en el área oeste de Rosario, junto con la participación de un hijo suyo, un adolescente de 16 años, arrestado desde marzo por homicidio.

Durante los allanamientos, que incluyeron 13 procedimientos en Rosario y zonas vecinas, se secuestraron armas, dinero en efectivo, celulares y un vehículo. González, conocida por estar implicada en múltiples causas penales, intentó deshacerse de su teléfono durante el operativo, pero fue incautado.

En el pasado, González fue condenada por tentativa de homicidio, por formar parte de la banda del preso René “Brujo” Ungaro, y por su participación en una balacera frente a la cárcel de Piñero.

El fiscal Lisandro Artacho explicó que: “Se ha atribuido a 11 personas distintas de haber participado en el marco de una organización criminal destinada directamente a actividades de microtráfico en la zona del barrio Godoy, siendo que asimismo hay detenciones en la zona de Puerto General San Martín. También, además de estas 11 personas que están identificadas, tenemos 4 personas más que están con pedido de captura activo, o sea, tenemos un total de 15 personas con roles específicos en el marco de esta organización y asimismo gran cantidad de personas, me animo a decir alrededor de 10 personas que están en proceso de identificación como miembros que forman parte de esta banda criminal”

La banda se dedicaba al comercio de estupefacientes, principalmente cocaína en diversas dosis directamente al consumidor, en vías públicas, en espacios de plazas, de parques, en puntos de venta, en pasillos, en zonas de vías de emergencia, señaló el Fiscal.

“Todo esto en la zona de 27 de febrero al 7800, inmediatamente cerca del barrio Godoy y detrás de la cárcel que se encuentra ubicada en esa zona.Nosotros hemos identificado una estructura criminal de la cual la persona que hoy por hoy la están encabezando es Jessica Daniela González, alias La Fea, que ha sido conocida en su momento por ser pareja de Claudio Javier Mancilla, alias Morocho”, agregó Artacho.

“En el marco de esta investigación hemos identificado que ella es la persona que da las principales directivas, que define a quién se le provee estupefacientes y a quién para la posterior venta, y sus permanentes directivas a los estratos inferiores de esta organización. En concreto, González tiene actualmente una condena de siete años y seis meses de prisión, emitida por el Tribunal Federal, por el delito también de comercio de estupefacientes, en calidad de reincidente, y actualmente se encontraba gozando de una prisión domiciliaria en su domicilio de calle Puerto General San Martín, desde hace un año a la fecha”.

Sobre el incumplimiento de la prisión domiciliaria de González, el fiscal expresó que “es una cuestión que no excede, atento que es una condena emitida por la Justicia Federal, entendemos que sí, pero lo cierto es que principalmente las actividades que ella está desplegando son de dirección, muchas veces lo realiza de manera telefónica y de manera coordinada, que se ha podido evidenciar a través de intervenciones telefónicas, ya que no era necesario que ella salga del domicilio para hacer todo lo que se ha imputado que estaba haciendo”.

En su vivienda, en el momento que se allanó el fin de semana, se estaba desplegando una fiesta, gran cantidad de teléfonos celulares, y por supuesto también la detención de otro actor muy importante, KaliL Sánchez, alias K, que también tiene un rol protagónico en el marco de esta organización criminal. “Para explicar cómo surge esta investigación, es muy importante aclarar que comienza con un homicidio, el homicidio es de Gustavo Fernández, el 10 de marzo, es primo directo de Guille Cantero. Esto nos ha posicionado ya en ese mismo momento en un conflicto de bandas, atento que a pocas cuadras estaba posicionado el punto de venta de la banda contraria, que sería, a nuestro saber entender, la del Morocho Mansilla”, informó.