“Ese matrimonio me arruinó la vida”

¿Acaso alguien puede cuestionar la palabra de una mamá que perdió a su hija? ¿Alguien puede estar en los zapatos de una mamá que no sabe qué pasó con su hija? ¿Qué no tiene dónde llevarle unas flores, qué cree que está muerta pero que sabe adónde esta su cuerpo?

El testimonio de Alicia Ostri, era uno de los más esperados, junto al de Alberto Perassi, los papás de Paula: “Me la desaparecieron un 18 de septiembre de 2011, supuestamente hubo una llamada, la bajaron del hogar y hasta el día de hoy no sé dónde está mi hija. Lo único que yo quisiera saber es si está viva o está muerta. Que me digan la verdad, que no me tengan a las vueltas. Quiero saber a dónde está Paula”, comenzó relatando la mujer, ante las preguntas de la querella.

Su postura era firme, nunca le tembló la voz, puso en palabras la angustia y la bronca que calló durante  más de siete años y relató qué pasó el día posterior al que su hija desapareció:

“Un día lunes 19 a la mañana siento muchas conversaciones en mi casa. En ese momento mi hija menor se iba a la facultad, me levanto y pregunto qué pasó, y  me dijeron Paula anoche salió y no volvió. Habrá sido las 7:30 h. En ese momento pensé en sus hijos, porque ella habrá tenido todas las dificultades que dijeron, pero sus hijos eran lo principal para ella. No los podría haber dejado”.

Alicia mencionó un detalle que no pasó desapercibido y que luego su otra hija Marianela también contaría; Lucas y Agustín que en ese entonces tenían dos y cinco años, viven con ella y Alberto desde ese 18 de septiembre de 2011. 

También recordó que el día 19 e septiembre, llegó el por entonces amigo de la familia Gabriel Strumia, sin sospechar ella, de toda la historia que había detrás, que incluía un romance con su hija y una embarazo.

“Strumia me abrazó, lloramos y me dijo que no lo podía creer lo que estaba pasando.  Rodolfo (el marido de Paula) dijo que por 24 horas no podía hacer la denuncia, y  él estaba ahí presente, el señor Strumia – todavía lo llamo señor Strumia – y entonces dijo que él tenía un policía conocido, iba a ver si podía agilizar la denuncia”. Más adelante, Alicia señaló que ese policía era Daniel Puyol.

La mamá de Paula expresó una frase, que ya había mencionado tantas veces Alberto en notas periodísticas, incluso en su testimonio de hace pocos días frente al tribunal,  sobre las palabras  que juez Eduardo Filocco les dijo cuando buscaron ayuda: ” El juez Filocco dijo que era una loquita, que se había calentado, que ya iba a volver. Me lo dijo en la cara, parece que él no tiene familia, no tiene hijas, no tiene nada”, sentenció Alicia.

En un relato cronológico, Alicia prosiguió con los días posteriores cuando se enteran de la relación entre Paula y Gabriel Strumia, como también de  embarazo: “ El día 20 nos enteramos de que Paula tenía un amante, y  ese amante era el mejor amigo de la familia, donde comíamos asados, íbamos a las carreras de Jeep. Me vengo a enterar eso,  y que Paula estaba embarazada. Porque a pesar de que ella estaba siempre conmigo, nunca me dijo nada”. 

Alicia también habló sobre el aborto y dio nombres de dos hombres que contaron que a Paula le habían hecho un aborto. La versión, según relató la mujer les llegó a través de la abogada de la familia Rita Porteiro ( quien ayer no declaró sobre este tema, amparándose en el secreto profesional) de que un cliente de apellido Lugo, quien era yerno de Rusñiski, le había contado que esta mujer hizo un aborto a Paula y que murió.

“Al tiempo apareció un señor al taller de Alberto y le dijo que él sabía muy bien qué le había pasado a Paula,dijo que la suegra había hecho un aborto y Paula había muerto. No conozco a la señora Rusñiky, en ningún momento la vi”, añadió Alicia, quien dijo que este hombre era de apellido Vázquez y que era el otro yerno de la mujer.

El dolor de una madre

Alicia intentó poner en palabras lo que tuvo atragantado durante siete años y recordó a Paula con amor: “Mi hija era muy buena, muy linda, muy compañera mía, nunca me dijo lo que estaba pasando”, pero su rostro se transformó cuando habló del matrimonio Strumia-Michl, a quien tenía a su derecha y  mirándolos fijos les dijo: ”

” Son 7 años y medio que ya me cuesta llorar, pero lo llevo acá adentro. Lo que me hicieron, me destruyeron mi familia, a mis hijas, a mis nietos, por ese matrimonio que me arruinaron la vida los dos, los dos me arruinaron la vida, la  mía, de mi marido y de mis nietos y después decían que eran amigos”.

El casette

La querella interrogó a Alicia, sobre esa grabación, que ya fue expuesta anteriormente en la que se escucha la voz de una mujer que pide ayuda y que provenía de una supuesta llamada al teléfono fijo de Gabriel Strumia.

“Me llamaron de los Tribunales de San Lorenzo para que escuchemos un cassette, a mí y a Alberto, estaba Fillocco. En ese cassette había una voz que pedía auxilio. Pensaban que mi hija estaba viva y que la tenían encerrada o qué se yo. Pero mi hija ya estaba muerta, no sé quién grabó ese…
Esa voz no era la de Paula. Era de la señora de Strumia”, ratificó Alicia.

-¿Pero usted es licenciada en física, licenciada en fonoaudiología, tiene conocimiento de acústica forense?, atacó la defensa de Strumia y Michl.

Las chicanas de la Dra. Sirio, no terminaron allí. Le preguntaron a Alicia si ella declaró que su hija le había contado que se llevaba mal con su marido Rodolfo durante el último tiempo, si ella había relatado que Paula había desaparecido a los 20 años por una relación con un hombre casado, si de joven sufrió obesidad y  tomaba pastillas y si ese 18 de septiembre, Paula le dijo que estaba cansada de los hijos y “que se iba a ir a la mierda”, sosteniendo una estrategia de desacreditar a la víctima.

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