La víctima pudo reconocerlo porque tiene una cicatriz en su ceja y una mancha blanca en su ojo izquierdo. Se conocían porque el agresor es el primo de una amiga de la víctima.
Walter Andrés Ortiz de 26 años fue imputado hoy por el juez Carlos Gazza por abusar sexualmente de Nicol, una joven que recién cumplió esta semana la mayoría de edad y que vive un calvario desde el pasado domingo a la madrugada cuando el agresor la arrojó a unos pastizales de una zona rural de San Lorenzo y la violó durante cuatro horas.
Ortiz, quien utiliza el apellido de su madre Añazco, porque contó que no conoció a su padre, intentó defenderse ante el juez. Explicó que el viernes salió del penal de la comisaría 5° donde estaba alojado por robar cables de una vivienda, luego de la audiencia donde quedó imputado por tentativa de robo pero en libertad, bajo la condición de firmar quincenalmente en la Oficina de Gestión Judicial de los tribunales de San Lorenzo y que se quedó en su casa “guardado”: “Yo salí el viernes, el domingo estuve en mi casa y tengo vecinos que lo pueden demostrar. El lunes viene a firmar ( a la OGJ), y fui a buscar la bicicleta que tenían retenida, pero no se quién es la piba, la conozco porque es amiga de mi prima. Yo nunca tuve una denuncia por abuso, que los médicos encuentren una huella mía o algo para acusarme, yo no tengo su teléfono, trabajo de albañil día a día”, le aseguró al magistrado.
Pero la evidencia que presentó el fiscal Aquiles Balbis fue contundente para que el Juez Gazza resuelva la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley (no podrá se superior a dos años) hasta que se realice el juicio oral y un tribunal lo condene o lo absuelva.
Balbis expuso que Nicol caminaba cerca de la 1:30 horas por Oroño y Vega cruzando un descampado amplio en momentos en que volvía a su casa luego de visitar a una amiga, cuando se aparece el agresor y comienza a correrla y la tira a una zanja cubierta de pastizales, allí le cubre la boca y bajo amenazas ella le entrega el celular y le pide que la deje ir. Ortiz le exige que se quite la ropa diciéndole que iba a matarla de un puntazo si ella gritaba y que sabía que era hija de una persona conocida como “el paraguayo”. El agresor la abusó sexualmente tres veces hasta las cinco de la mañana unas tres veces hasta que la liberó, pero volvió a amedrentarla que si decía algo iba a violarla delante de su padre, de su madre y que le iba a prender fuego la casa.
Nicol volvió a su casa pasadas las 5.00 horas del domingo y le relató a su mamá lo ocurrido, quien la llevó a realizar la denuncia correspondiente. Su mamá relató que cuando volvían de realizar la presentación policial observaron a Ortiz en un comercio comprando como si nada hubiera ocurrido y que ella lo reconoció. La víctima había aportado ante la policía que el abusador tenía una lesión en un ojo y que presentaba una mancha blanca dentro de su ojo y un corte sobre la ceja. La joven conocía a Ortiz quien es primo hermano de una amiga de ella.
Los vecinos que conocían al agresor fueron a buscarlo a su vivienda y lo golpearon hasta que personal policial lo trasladó a la comisaría 1°.
El fiscal Balbis solicitó la prisión preventiva por plazo de ley en virtud de tratarse de un joven que además cuenta con varios delitos en los cuales se le concedió el beneficio de la libertad. En el 2016 fue imputado por un hecho de robo simple; en 2020 por un hurto en grado de tentativa, y el pasado 22 de abril también había quedado detenido por un robo en grado de tentativa: “El sistema procesal penal le dio varias oportunidades por delitos menores para que transite en distintos procesos en libertad en este caso ambos se conocen y hay temor de amedrentamiento y de cumplir la amenaza que le refirió a la joven”, explicó el fiscal.
El juez Carlos Gazza admitió la imputación del fiscal pero no la calificación del robo, al argumentar que no está probada la utilización de un arma blanca, debido a que la joven no pudo observar si el agresor estaba armado como tampoco se encontró ningún elemento. Sin embargo si aceptó la prisión preventiva por el plazo de ley.
“Tengo el relato de una mujer, no de una niña, porque esto hay que empezar a verlo con una perspectiva de género y decir que acá se atacó a una mujer en un descampado, a altas horas de la madrugada donde la víctima está totalmente indefensa. Una psicóloga con experiencia la vio la escuchó ¿Por qué la víctima vendría a mentir, a decir que fue esta persona con estas características físicas. Nicol fue clara y el fiscal interpretó correctamente porque cuando se sintió protegida protegida y cuidada por su familia se sentó a hablar con la psicóloga y lo identificó porque lo conoce porque conoce a la prima y las características físicas suyas son muy claras”, expresó el Juez Gazza quien añadió:
“Tengo el relato de una víctima que se encuentra shockeada que no puede estar acá presente ¿Cómo no voy a tener en cuenta las circunstancias del hecho donde a una mujer se la arrasa, se la tira a un pastizal y se la somete, no es sólo el daño físico, sino el daño psicológico que tiene de aquí en adelante a tal punto los jueces tienen que empezar a verlo porque la joven no está sentada acá, no pudo entrar. La sometió durante cuatro horas sin poder pedir auxilio en un descampado y encima amenazarla con volver a realizar un hecho, quemarle la casa a los padres, tiene mucha gravedad, finalizó el magistrado.
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