Como cada 3 de junio, desde hace ocho años miles de mujeres marchan en las ciudades del país reclamando contra la violencia machista que dejó una cifra de 2.282 femicidios desde el primer reclamo por Ni una Menos.

En San Lorenzo, las mujeres marcharon y luego se leyó un documento entre las organizaciones intervinientes agrupadas en la Multisectorial de Mujeres del condón industrial donde exigieron justicia y cárcel a los responsables de la desaparición de Paula Perassi, También reclamaron por una condena firme a Juan José Borda, quien cumple una pena de 10 años de prisión por el intento de femicidio a su ex pareja María José Díaz

Además estuvieron presentes familiares de la mujer desaparecida Samanta Malvina Aguirre, cuyo reclamo fue encontrarla con vida.

Reclamos al Estado provincial, nacional y municipal

En el documento leído el pasado 3 de junio las mujeres exigieron «al gobierno nacional, provincial y municipal la asignación de presupuestos necesarios para la efectiva implementación de las leyes conquistadas, capacitación obligatoria para instituciones públicas y privadas, asesoramiento legal para quien lo necesite, y puesta en funcionamiento efectivo de las Áreas de Género».

En otro pasaje señalaron: «Necesitamos que el acceso al sistema público de salud sea efectivo tanto para el colectivo diverso como para las mujeres con discapacidad. Exigimos que se cumpla la Ley de Educación Sexual Integral, que se controle su efectiva aplicación en todas las instituciones educativas, desde nivel inicial hasta terciarios, que sea laica y científica, libre de prejuicios. Exigimos la efectiva implementación de la ley 27.610 de acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo».

Y agregan: «Queremos que se respete nuestro derecho a un trabajo digno, igualitario, sin discriminación y libre de violencias. Para avanzar en las conquistas de nuevos derechos en el ámbito laboral es fundamental la participación efectiva de las mujeres en los gremios y sindicatos, una participación en igualdad de condiciones que permita poner en el centro de la agenda las necesidades de las trabajadoras, formando parte en los lugares de toma de decisión».