Por estas horas, mientras continúan las negociaciones entre la Cámara Aceitera y los gremios aceiteros, los trabajadores comienzan a endurecer las medidas en apoyo a los delegados que están en el ministerio público de la Nación.

La reunión estaba prevista para las 11.00 horas pero arrancó más tarde; venía «bien», según contaban desde adentro de las oficinas de calle Alem en Capital Federal, hasta que llegaron al punto de discutir por los días de huelga, y allí la Cámara Aceitera se puso firme y no quiere pagarlos. Incluso en los últimos pagos de las quincenas se sintieron fuerte los impactos de los descuentos; pero para las agroexportadoras es una cuestión de principios no abonarlos.

Mientras tanto, trabajadores aceiteros se reúnen en estos momentos en los portones de fábricas en los cambios de guardia y amenazan con no ingresar. Vicentín y Bunge picaron en punta con esta medida mientras en otras empresas aguardan los avances de la negociación. Es que esta sería una de las últimas reuniones del año, debido a que ya no queda margen de tiempo para reunirse en este 2020 y todos se juegan a todo o nada. El sindicato ya extendió la huelga pero no fijó horario de evaluación, por lo que apuestan a un acuerdo para el fin del día.