Denuncian que una adolescente de 17 años fue agredida el viernes por la noche, en el boliche Mora de Capitán Bermúdez. Durante una conversación con Romina Pérez, madre de Micaela Pérez la joven agredida, se revelaron detalles de lo ocurrido durante la madrugada del viernes, exponiendo una presunta agresión por parte de la policía local hacia la menor.

«El viernes por la noche, Mica me dijo que saldría al boliche Mora en Capitán Bermúdez con una amiga. Debido a la lluvia, las acompañamos hasta la entrada del boliche y acordamos que yo la esperaría afuera cuando saliera. Sin embargo, alrededor de las 6 de la mañana, la llamé pero no me respondió. A las 6:30 de la mañana, un amigo suyo vino golpeando nuestra puerta. Mi esposo lo atendió y me informó que nuestra hija estaba detenida. Le pregunté qué había sucedido y él me explicó que una policía la había golpeado dentro del boliche y que la tenían detenida en la comisaría de Capitán Bermúdez.», expresó Romina.

Según su relato, al llegar a la comisaría de Capitán Bermúdez, encontró a su hija en un calabozo, esposada a pesar de ser menor de edad, y con marcas de golpes en los brazos, la cara y las piernas.

Romina denunció que las autoridades no le proporcionaron información clara sobre el incidente, ni permitieron que leyera los documentos que le hicieron firmar antes de entregarle a su hija.

Pregunté por qué no me llamaron, especialmente porque es menor de edad, y me dijeron que habían intentado comunicarse, pero mi teléfono nunca sonó. Mi hija afirmó haber pedido mi número varias veces, pero nunca la contactaron. Me enteré de todo esto a las siete de la mañana, aunque ocurrió a las cuatro de la madrugada. No me dieron el nombre de nadie, solo mencionaron al jefe de la policía. La levantaron esposada como si fuera un pedazo de carne, hostigandola e insultándola constantemente», agregó.

El relato de su mamá también incluyó detalles proporcionados por el amigo de Micaela, quien presenció la situación fuera del boliche. Según él, la joven fue sacada a la fuerza por un patovica y una policía, mientras otros agentes la trataban de manera violenta, e incluso llegaron a pisarle la cabeza.

«Se denunció todo, pero la policía usualmente protege a los suyos», lamentó Romina. «Nadie me dio el nombre de la policía que golpeó a mi hija, ni me explicaron por qué le abrieron un caso en su contra. La policía no mostró identificación, simplemente la detuvieron y golpearon, dejándola herida y dolorida. Ella no entiende qué pasó ni por qué la trataron así», añadió.

La familia de Micaela Pérez exige respuestas claras y justicia ante lo que consideran una brutalidad policial sin justificación. Aseguran contar con pruebas como fotos y mensajes que respaldan su versión de los hechos.