La defensa del imputado mostró evidencia que Lucas estaba en un cumpleaños al momento del hecho donde resultara muerto Cristián Álvarez. Su otro hermano continuará en prisión domiciliaria pero con salidas laborales.
Uno de los tres hombres acusados por linchar y matar a un joven en barrio norte quedó en libertad, mientras que su hermano continúa en prisión domiciliaria a la espera de una serie de medidas que podrían revertir la situación procesal. El caso ocurrido el 19 de agosto en horas de la tarde tomó trascendencia mediática porque fue conocido como un hecho de justicia por mano propia.
Esta mañana en los tribunales sanlorencinos, se realizó la audiencia de revisión de la medida cautelar impuesta a los hermanos Lucas y Luis G., quienes estaban imputados por homicidio en exceso de la legítima defensa. En los hechos, el fiscal Carlos Ortigoza el pasado 21 de agosto, les achacó a ellos y a su padre Miguel Ángel, de haber corrido a Cristián Nahuel Álvarez de 21 años luego de que éste se robara un bolso de un muchacho que estaba trabajando en una obra en construcción sobre el puente Reconquista que une a Puerto Gral. San Martín con San Lorenzo. En la persecución Álvarez ingresó a una vivienda de calle Hugo Castaño, donde casualmente vivía la sobrina de Miguel; quien lo aborda y se traban en lucha con el agresor; mientras que familiares del Miguel comenzaron a llegar y golpearon al ladrón provocándole lesiones.
Pero los hechos no terminaron allí, porque Álvarez seguía con vida cuando personal policial de la comisaría 7ª lo subió al patrullero y lo trasladó a la seccional policial. Según una testigo que estaba alojada en el penal, pudo escuchar que Álvarez se encontraba detenido en la cocina y que solicitaba ayuda médica a los policías pero que después de un tiempo largo no lo escuchó más. El deceso del detenido fue informado pasadas las 16.30 horas.
A Miguel Ángel y a sus hijos Lucas y Luis les dictaron la prisión domiciliaria pero con el beneficio de salidas laborales debido a que eran el sostén de una familia numerosa que vive en la zona norte de San Lorenzo, En la audiencia imputativa celebrada en agosto, el juez Carlos Gazza había señalado: “Entiendo la situación de que alguien pretenda hacer un bien tratando de retener a alguien que se encuentra inmerso en el delito, y que venía de hacerle un daño a otra persona incluso entrando a una propiedad que no le correspondía, incluso donde había una mujer, lo que no se puede hacer y lo que el Estado no puede tolerar es hacer justicia por mano propia porque lo único que habilita la ley es la aprehensión privada, y todo lo que conlleve a esa aprehensión, pero en este devenir es que pasar de correr a una persona y aprehenderlo dentro de una violación de domicilio, me encuentro con una persona que está fallecida, independientemente de si esta persona era culpable o no, si tenía delitos. Se trata de la vida de una persona y merece una reflexión de parte de todos, no podemos o por lo menos desde el Estado, avalar una vendetta privada. Si vamos a habilitar esto de matar a una persona que cometió un ilícito estamos entrando en un terreno muy peligroso, donde el Estado solamente avala estas circunstancias en casos muy puntuales, pero este no es el caso”.
La autopsia de Álvarez se realizó bajo el protocolo de Minesotta que es un procedimiento que se realiza cuando hay sospechas de que personal de fuerzas de seguridad podrían estar involucradas en el homicidio, que está a la espera del informe final que podría cambiar la situación de los acusados.
Hoy la defensa de los imputados; los doctores Ariana Rearte y Pablo Morosano aportaron nuevos elementos que ubicaron a Lucas en un cumpleaños mientras ocurría el hecho. En tanto, se espera el resultado de unas cámaras de vigilancia que lo ubican a su hermano Luis, saliendo de la municipalidad de Puerto General San Martín donde trabaja para trasladarse a una obra en construcción en el barrio Tierra de Sueños de Puerto General San Martín donde hace una “changa”.
El juez Gazza le concedió a Lucas la libertad con restricciones como fijar domicilio en la vivienda que actualmente reside, la prohibición de acercamiento a dos testigos del hecho y la firma quincenal en la oficina de gestión judicial hasta el 4 de diciembre. Mientras que su hermano Luis continuará en prisión domiciliaria. En cuanto a Miguel Ángel, la audiencia de revisión será en los próximos días, mientras continúa en prisión domiciliaria, pero con salidas laborales, debido a que cumple tareas de albañilería.
La familia de los acusados brindó una nota semanas atrás relatando su versión de los hechos.
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