El próximo lunes, 27 de abril, comienza la “etapa cuatro” de la cuarentena preventiva y obligatoria, que comenzara el pasado 20 de marzo. Después de las 11 actividades liberadas esta semana, para la próxima se esperan más aperturas, diferenciadas por provincia.

Según manifestaron desde el gobierno nacional, los adultos mayores seguirán en el foco del cuidado, y tampoco está previsto retomar las clases –hasta agosto, según primeras ideas– ni el transporte de corta y media distancia entre ciudades.

A partir del 27 de abril, cada jurisdicción deberá evaluar qué actividades libera, según los números de la pandemia en ese territorio, y los criterios de población, actividad económica y comercial, transporte y situación epidemiológica. Incluso, podría haber diferencias dentro de una misma provincia.

Siempre siguiendo protocolos sanitarios, podrían abrir los comercios en algunas provincias, industrias pymes en otras. Habrá una extensión de la cuarentena pero las restricciones serán menores donde haya menos riesgos de contagio.

Las ciudades que no tienen casos de Covid-19, por ejemplo, podrán reabrir los comercios, pero deberán enfocarse en que no llegue el virus.Finalmente, será cada gobernador el que decida qué pasará dentro de su jurisdicción. Mientras, esta semana se evalúa el impacto de las 11 actividades que se liberaron el lunes. El mapeo final se hará con acuerdo y en base a los pedidos de los gobernadores, además de la situación epidemiológica de cada lugar, la cantidad de habitantes y el nivel de actividad económica y comercial.

Tal como fue especificado, desde el gobierno nacional se fija qué se puede hacer y qué no. Pero cada gobierno provincial o municipal es el que debe garantizar que eso se cumpla. Asimismo, las comunas y los municipios no tienen potestad para habilitar actividades si no es mediante el gobierno provincial.

Los criterios

La situación epidemiológica, respecto a si hay casos confirmados, hubo sospechosos, viajeros en el último tiempo, a partir de lo cual se puede determinar si hay, o no, circulación comunitaria del virus.
El nivel de concentración de población: a mayor volumen de gente, más riesgo y más difícil que se controlen los protocolos y medidas sanitarias. Las ciudades chicas y los pueblos son, por eso, los que podrían flexibilizar antes.
La conexión con otras ciudades. Aunque no vuelva el transporte interjurisdiccional, el nivel de cercanía con otras poblaciones puede ser determinante, porque incrementa la posible circulación del virus. Al mismo tiempo, se analizará la incidencia del transporte público: se priorizará las zonas donde la circulación sea personal o de grupos chicos.
El nivel de actividad económica y comercial, según la concentración y la circulación de empleados y potenciales clientes. Vale el criterio de zonas muy pobladas, que seguirían con cuarentena administrada. El ejemplo de más arriba vale: industrias pequeñas, que no sumen usuarios al transporte público.