“Tiki” era el chofer de dos sicarios, Maluma y Chochán, quienes dispararon a quemarropa a José Camilatto en febrero de este año en Granadero Baigorria, pero que pudo salvar su vida.
Cometían crímenes por encargo en Bermúdez, San Lorenzo y Granadero Baigorria, dirigidos por Walter” el viejo” G., que impartía órdenes de la cárcel de Piñero.
Este mediodía, en los tribunales sanlorencinos, la Jueza de Primera Instancia Dra. Griselda Strólogo, resolvió homologar el procedimiento abreviado presentado por la Fiscalía y aceptado por la Defensa condenando Mauricio D’Zumiga a seis años de prisión, por el delito de homicidio calificado por precio de promesa remunerada en concurso premeditado por dos o más personas, con arma de fuego en grado de tentativa, en calidad de partícipe secundario, por un hecho ocurrido el 14 de febrero pasado donde resultara víctima Joel Pablo Camiletto.
A D´Zumiga se lo había imputado en el mes de agosto, junto a otras nueve personas, de integrar una banda que realizaba crímenes a cambio de dinero. “Tiki” tal como lo llaman, conducía un automóvil Honda Fit, que trasladaba a los llamados Eduardo G., alias “Chochan” de 32 años de Fray Luis Beltrán y Ricardo D., de 22, alias “Maluma” hasta una vivienda de calle 12 en Granadero Baigorria el pasado 14 de febrero y le dieron varios disparos a Camiletto, tras preguntarle si ahí vendían droga. Cuatro disparos impactaron en el cuerpo del muchacho, quien pudo salvar su vida y prestar declaración.
Pero la investigación que lleva a cabo el fiscal Aquiles Balbis, determinó luego de la recolección de testimonios, que D’Zumiga tenía una participación secundaria; no era quien disparaba, sino que era el chofer de los sicarios Chochán y Maluma, quienes actuaban bajo las órdenes vía celular, de Walter “el viejo” G., quien estaba detenido en la cárcel de Piñero y modificó la imputación inicial a participación secundaria en homicidio calificado por precio remunerado, agravado por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa.
D’Zumiga aceptó el acuerdo abreviado y pasará seis años preso en la cárcel de Piñero.
La banda del “Viejo”
La banda narcorcriminal del Viejo G., tenía asiento en barrio Copello de Capitán Bermúdez. Era este hombre, que estando en la cárcel de Piñero impartía órdenes a través de llamadas de voz y whatsapp a los sicarios Chochán y Maluma, para cometer distintos asesinatos por disputas territoriales por narcotráfico.
Entre los crímenes que se les achacan se encuentran el de Walter Santa Cruz, Jonathan “Pony” Anguilante y David “Tubi” Medina y de los ataques contra Brian Zamudio, Joel Camiletti y Jeremías Medina.
-El 25 de enero en horas de la noche, dos personas dispararon en Díaz Vélez y Costanera de San Lorenzo a Walter Santa Cruz de 29 años y a Cristian R. de 30. Santa Cruz murió en el hospital Granaderos a Caballo más tarde producto de una herida de arma de fuego en el omóplato.
-A Jonatan Anguilante lo asesinaron el pasado 28 de enero en calle Gaboto y las vías del Nuevo Central Argentino (NCA) de barrio Copello. A Anguilante alias “Pony” de 30 años, quien vivía en barrio norte de San Lorenzo y contaba con antecedentes penales, le mataron de siete tiros.
Antes de ese crimen, habían atacado a Brian Zamudio de 20 años, domiciliado en el barrio Copello. Zamudio fue baleado en las piernas minutos antes del crimen de Aguilante en Presidente Roca y San Martín de Granadero Baigorria, a unas 10 cuadras de la escena del crimen de “Pony”. A raíz del ataque Brian no pudo volver a caminar, y le extirparon un riñón.
El 5 de marzo, también en calle Díaz Vélez y Costanera cerca de las 18 horas era asesinado David Medina de 48 años cuando se encontraba en la vía pública tras ser interceptado por dos personas arriba de una moto que le dispararon frente a su hija Tamara, causando su fallecimiento en el lugar.
La banda se completaría con Sebastián A., Sebastián T., Rafael R., y Brian L. quienes están imputados como partícipes primarios de los asesinatos y de los distintos ataques y por integrar una asociación ilícita dedicada a cometer crímenes; todos ellos se encuentran cumpliendo una prisión preventiva. También hay dos mujeres, Dana G. y Ayelén .G quienes obtuvieron en agosto el beneficio de la prisión domiciliaria, por tener hijos muy pequeños a cargo.
La pata policial
Cabe recordar que al día siguiente que se producen las detenciones de la mayoría de los integrantes de la banda, por personal de Gendarmería; es detenido el ex jefe de Alcaidía de la URXVII, José Budiño, quien fue imputado por los delitos de cohecho e incumplimiento de los deberes de funcionario público por otorgar beneficios a los presos, algunos de ellos, integrantes de esta banda.
Durante la audiencia imputativa, el fiscal Balbis, acusó a Budiño de recibir dinero como jefe de la Alcaidía a cambio de beneficios a los presos como teléfonos celulares, chips, televisores, objetos de higiene personal, entre otras cosas.
Asimismo se le atribuye haber permitido el acceso y la permanencia de elementos prohibidos en poder de los internos alojados, constituyendo un peligro para la seguridad de la Alcaidía, de los agentes y de los propios internos como chairas, cuchillos, navajas, piedras para afilar, alcohol etílico, entre otras cosas.
También se le imputa el hecho ocurrido en fecha 02 de Agosto del 2019, por haber permitido el ingreso a la Alcaidía Mayor de Dana G., y Ayelén G., cuyo traslado había sido ordenado por parte del Ministerio Público de la Acusación hacia la Nueva Alcaidía de Rosario, hecho que impidió imponiéndose por sobre el personal subalterno encargado de dicho traslado. El caso del policía pasó por tres instancias, la primera que le otorgó la libertad, la segunda donde se revoca la misma, y la tercera confirmando dicha resolución, por lo que permanece detenido hasta el día de la fecha.
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