Por Rocío Jaimes – Publicista, comunicación política
En las últimas noticias políticas, tanto a nivel nacional como internacional, ha cobrado protagonismo el acompañamiento de artistas y figuras del espectáculo a diversos políticos. Por ejemplo, en la actual campaña a presidente de estados unidos vimos como Taylor Swift ha expresado su respaldo a Kamala Harris, mientras que Nicky Jam ha apoyado la candidatura Donal Trump.
Además, hemos visto el impacto mediático de la separación de la modelo Pampita con Garcia Moritan, funcionario del gobierno de la ciudad de Buenos Aires y la vinculación del presidente Milei con una exvedette.
Pero, ¿qué significa toda esta influencia de los artistas en nuestra relación con la política?
Hoy en día, con la comunicación siendo más rápida y global que nunca, la política ha tenido que adaptarse a las nuevas realidades. En un contexto donde la credibilidad de los políticos está en entredicho, muchos de ellos buscan el respaldo de celebridades para conectar de manera más directa con los votantes.
Las promesas y las conversaciones cara a cara ya no son suficientes; ahora se requiere un enfoque más fresco para generar confianza entre la ciudadanía.
Este giro hacia las figuras del espectáculo refleja una desesperada búsqueda de autenticidad en un entorno donde la política se percibe como cada vez menos creíble.
El impacto de los famosos del espectáculo en nuestras vidas es innegable. Expresan sus sentimientos a través de su arte y suelen adoptar estilos de vida que apoyan diferentes causas sociales. Esto les permite a los políticos aprovechar esa conexión emocional y construir lazos más fuertes con sus seguidores, lo que puede influir en su decisión de voto.
En este contexto, surge una pregunta importante: ¿cómo transformará esta dinámica el panorama político en el futuro y qué papel tienen los artistas en la formación de nuestra opinión pública?
Al final del día, ¿vamos a dejar que estas influencias determinen nuestras creencias y decisiones, o es nuestra responsabilidad detenernos a reflexionar sobre lo que realmente nos están diciendo?
Qué opinas?