Entrevista a Damián Musto – Ex Rosario Central y actual jugador del FC Cartagena de  España: “No cambiaría nada de lo vivido porque hasta los momentos malos me han llevado a ser quien soy hoy  como persona”

Por Nicolás Urbinati (Corresponsal en España)-  Tras varios intentos y  gracias a la prestación de la tecnología – la video llamada- El Deportista de Pregón se dio el gusto de  entrevistar al mediocampista casildense Damián Musto,   un portentoso e infatigable  Gladiador  de enorme   simpleza, humildad y corazón  tanto dentro como fuera de una  cancha, que dejó marca en  Central y que ahora se  exhibe en España

¿Cómo  está siendo el  presente, personal y profesional, en el FC Cartagena

DM – La verdad que mucho mejor de las expectativas que, por ahí,   me había generado tanto en lo futbolístico como en lo personal. En lo profesional me encontré con un club súper familiar y  con un vestuario espectacular donde se ha  ido armando un grupo humano bárbaro  que disfruta mucho el ir a entrenar día a día. Cuando uno ya tiene varios años en esta profesión, prioriza mucho estas cosas. Y en  lo personal viviendo, por recomendación de Pablo De Blasis  que lleva unas temporadas  jugando aquí  y con quien cree afinidad,  en  la localidad murciana de San Pedro del Pinatar, muy cerca de  Cartagena, y la verdad que con mi mujer estamos muy a gusto porque la vida es muy tranquila y el clima sinceramente espectacular y estas son cuestiones que también entran en la balanza.   En definitiva, se ha dado muy bien  el todo y estoy disfrutando muchísimo de la temporada.

¿Qué características tiene el FC Cartagena como entidad

DM – Es un club familiar que no cuenta con una estructura inmensa ni mucha gente trabajando  pero  sí todos  sus integrantes tienen   el mismo deseo de que la institución continúe creciendo. Ese  anhelo y sentir lo saben  transmitir y  hace que uno se involucre también en ese  propósito.  Somos conscientes que lo futbolístico tiene un gran peso,  por lo que es importante hacer una  muy buena temporada  para aportar nuestro granito de arena. El Cartagena  como entidad ha crecido muchísimo,   hoy en día cuenta con  una  flamante Ciudad Deportiva que va a seguir ampliándose, con un estadio precioso y muy  cuidado  y la gente del  club está constantemente generando actividades socioculturales, por fuera del fútbol, para  difundir la esencia y  el progreso institucional.

Siento  que la llamita de la exigencia,  del deseo y de la ilusión de ir por más todavía está encendida” 

En lo deportivo,  cómo describes al  plantel y qué tan importante es  compartir el mismo con otros argentinos como Pablo De Blasis y Francisco Feullassier

DM – Obviamente que cuando uno llega a cualquier vestuario o lugar,  y más si se está fuera del país, tener gente conocida o de tu misma nacionalidad es muy importante ya que ayuda mucho a que todos los tiempos de adaptación sean más cortos y fáciles. A la par de esto, me encontré con un grupo espectacular, a una base del año anterior se han sumado muchos chicos que han encajado  a la perfección, que le da mucha importancia  a la unión   ya que somos conscientes  que no contamos con  las posibilidades económicas de formar las plantillas con renombre que tienen muchos equipos en  Segunda División.  Somos de los presupuestos más bajos,  por lo que  sabemos que la fortaleza del Grupo es fundamental para salir adelante, sobre todo  en los momentos más complicados. Hemos pasado por ese bache de partidos sin victorias donde  parece que se viene todo abajo pero  de manera integral  se respaldó el proceso y hoy nos encontramos muy cerca de la zona de Play-Off para el ascenso, sitio donde queríamos estar y que nos hace mucha ilusión

Con el Cartagena estás viviendo tu segunda  experiencia en España. ¿Qué valoración haces de estas  etapas y anterior paso por la SD Huesca?  

DM –  Dos experiencias en momentos bastantes distintos de mi vida.  La de  Huesca la  había iniciado con muchísima ilusión pero en el medio del torneo,  y de estar cumpliendo el sueño de jugar en la Primera División de España,  la FIFA apeló el fallo de doping mío por consumo de un diurético. Ahí  comenzó un  antes y un después que sinceramente me afectó bastante,  coincidiendo además  con que el momento del equipo tampoco era bueno y terminamos perdiendo la categoría. Tras el descenso, cayó  la sanción de seis meses  sin poder jugar.  Si mi experiencia en  Huesca fue de mayor a menor, lo  que me toca vivir en   Cartagena es totalmente al revés. Con la espina todavía clavada de poder volver a  España, la posibilidad  llegó  en un momento que lo deseaba pero que sabía que tampoco  era  sencillo porque ya tengo una cierta edad para este mercado,   aunque  hubo  gente que me conoce, que  confió en mí y eso hizo que hoy esté en una etapa de disfrute diario. Además siento  que la llamita de la exigencia,  del deseo y de la ilusión de ir por más todavía está encendida  por lo que dejaré el alma para llevar al Cartagena a lo más grande.

Musto y su experiencia internacional  en  FC Cartagena (Izquierda), SD Huesca y Tijuana (parte superior) y Peñarol  e Inter Porto Alegre (parte inferior)

Qué balance haces de tu carrera donde, hasta el momento,  te has desempeñado en 6  países?

DM –El balance de la carrera es súper positivo porque es muchísimo más de lo que había soñado, si bien esa llama que a uno lo mueve sigue estando activa  y  te lleva a  progresar y a  poder imponerte  a veces a  situaciones no deseadas, tanto en lo  profesional como de la vida. Estoy feliz con lo que pude lograr  profesionalmente porque creo que me ha costado todo muchísimo y eso hace que después el disfrute sea mayor. No cambiaría nada de lo vivido porque hasta los momentos malos me han llevado a ser quien soy hoy  como persona y a  descubrir   todos los  matices que tiene el Fútbol. Soy un agradecido, obviamente, a este deporte como así también a mi  familia, a mi mujer, a mis amigos y a toda la gente que ha estado siempre, en especial en mis momentos más complicados. En lo futbolístico traté siempre de ganarme el lugar  e imponerme  en el país donde estaba, tuve la suerte de jugar la mayoría de los partidos de esos sitios y eso me da orgullo porque supe  adaptarme a los  distintos estilos de juego. 

“Central fue el equipo  que me marcó la carrera y  el trampolín  de poder  hoy  vivir  del fútbol.”

Qué recuerdos tenés de esos  9 equipos que componen tu  trayectoria?

DM- A Quilmes  le estoy muy agradecido porque fue la institución  que me abrió las puertas en Inferiores y  me dio la posibilidad de comenzar mi carrera profesional, debutando muy joven  en el primer equipo, en una  época bastante turbulenta del club por el constante recambio de jugadores de una temporada a otra. Luego pasé  a Atlético de Tucumán  donde  lo más importante  que viví allí fue que siendo un chico  que llegaba para  sumar,  se logró  el ascenso a Primera División, el primero en la historia del club,  y en el segundo año conocí a la que hoy es mi mujer y gran pilar de vida. Post Tucumán  y siendo adolescente,  emigré  al Spezia Calcio de Italia  buscando profesionalizar mi carrera,  que estaba un poco desenfocada en esa época. Ahí crecí mucho como persona y  en lo futbolístico fue un salto importante porque aprendí  bastante de  cuestiones tácticas que, por ahí en ese momento no las valoraba, pero que  me iban a servir  de mucho para más adelante. Al regreso de Italia se dio la oportunidad de volver a Primera División con Olimpo de Bahía Blanca y  fue una linda experiencia  ya que en mi segundo año  me tocó ser, por primera vez,   Capitán del equipo  en la temporada donde volvimos a  subir de categoría  y posteriormente logramos mantener la permanencia en la  máxima categoría. Ahí se me abrió las puertas  para poder ir a Rosario Central,  que creo que es el club donde tuve mi  mejor versión, donde me encontré con un entrenador como Eduardo Coudet que me hizo  mucho mejor jugador de lo que por ahí era tanto a nivel técnico  como mental y sinceramente creo que fue una de las etapas más lindas de mi carrera. Ese paso tan importante en Central  me dio la posibilidad de pasar a Tijuana de México, mi  experiencia más importante en el exterior, que estuvo atravesada  por el informe de la primera sanción de doping  y  donde en la primera parte de la temporada  no tuvimos una buena labor  grupal pero en  el segundo semestre llegamos a semifinales del torneo.  De ahí me voy al SD Huesca, que fue el sueño de llegar a  España y a Primera División,  viviendo ese período con la mezcla de sensaciones entre jugar por ahí ante el Barcelona o Real Madrid y, a la vez,  aguardar  que me terminen de dar la sanción.  Luego de cumplir la misma,   me llama nuevamente Coudet para  llevarme a Internacional Porto Alegre de Brasil  y ahí me encontré con otro “fútbol”,  repleto de jugadores  de jerarquía, hábiles y  rápidos, que terminó siendo un lindo desafío personal el poder insertarme y prevalecer en ese certamen. Tras  esa experiencia y rescindir mi vínculo con Huesca, me voy a Peñarol de Montevideo,  otra institución inmensa, en la cual tuvimos la posibilidad de hacer una gran Copa Sudamericana y ganar  el torneo y Supercopa de Uruguay  y a nivel personal  sentirme  muy cómodo, como en casa. Y a mitad del año pasado  surgió esta   nueva oportunidad de regresar  al fútbol español,   fichando para el Cartagena, con esa  mezcla de ilusión entre  poder  jugarlo y de  venir para estos lados para tener una vida social con algunos decibeles  un poco más bajo de lo que se vive en Argentina y Sudamérica y  sinceramente que me encuentro muy feliz.  

 Rosario Central  qué significa en tu vida?

DM – Central fue el equipo  que me marcó la carrera y  el trampolín  de poder  hoy  vivir  del fútbol. El sentimiento mío hacía el club como el de la gente para conmigo, que todavía me lo sigue manifestando, ha ido creciendo  hasta llegar a ser algo muy intenso. Mi etapa allí  fue muy fuerte en todo sentido ya que a nivel personal me tocó atravesar el momento  más difícil  de mi vida y   recibí el apoyo y cariño  de todos los hinchas  y esas cosas estrechan lazos. Sinceramente siempre estoy pendiente  de Central, todavía mantengo contacto  con la gente que ha quedado  en la institución, y creo que si no ha habido una vuelta al club  fue pura y exclusivamente por una decisión familiar y no por algo deportivo u otra cosa. La etapa que viví ahí  fue de las más lindas que me ha tocado en el Fútbol,  es un club Único  por las características que tiene y mi amor hacía Central  va a ser para toda la vida.   

Qué recuerdos tenés de esos años  por la entidad de Arroyito?

DM- Recuerdo el gran grupo y equipo que se  formó aunque lamentablemente no pudimos coronarlo con un título  ya que nos  tocó perder varias Finales, una de ellas de manera  rara, pero eso es parte del fútbol y nos tocó vivirlo de esa manera. Por eso me puse  súper feliz por  algunos chicos que habían jugado conmigo cuando Central ganó  la Copa Argentina en 2018,  porque fue una alegría que en su momento nosotros no le pudimos dar a la gente,  que venía esperándolo hacía mucho tiempo y  que le significó un  desahogo muy grande. Sé que actualmente  se encuentra en un  nuevo proceso dirigencial  que  hay apoyar porque  hay mucha gente de Central que quiere mucho  a la entidad  y que sin duda  lo va a ir ordenando para volver a posicionar  al club en el sitio que se merece, que es la parte de arriba.

Caranta, Pablo Álvarez, Javier Pinola, Marco Ruben,  César “Chelito” Delgado y Franco Cervi.  algunos de los compañeros de Damián Musto en aquel gran equipo  Auriazul de Eduardo Coudet

De los tantos  técnicos que has tenido, probablemente tres han tenido un papel más preponderante en tu carrera.  Qué palabras tendrías acerca de Eduardo Coudet,   Miguel Sánchez “Michel” y, actualmente,  Luis Carrión?

DM –  Obviamente que he tenido muchos entrenadores, en algunas etapas muchísimos que han pasado uno detrás de otro (sonrisa), pero puntalmente sobre los  mencionados,  Coudet fue el que me cambió muchas cuestiones tácticas y la mentalidad y le estoy agradecido de por vida por confiar en mí y llevarme a otros lugares donde ha dirigido.   Además con  el Chacho  tengo un vínculo  de amistad  por fuera de lo futbolístico, ya que hemos vivido  muchas cosas personales a la par y estuvo, junto con  su ayudante técnico Diego Monarriz,  en mis momentos más complicados. Michel estuvo en la etapa futbolística más difícil mía, que fue cuando tuve la  suspensión de los seis meses,  y si bien lo había conocido  un mes antes de salir la sanción de FIFA, por lo que aprecié en  el breve período que  me tocó entrenar de manera grupal, en capacidad creo que es uno de los mejores de España y que  recién está  comenzando,  aún con el recorrido que  ya tiene.  Pero lo que más le resalto,  y se lo agradecí en persona, es el gesto que tuvo de  ir a los entrenamientos, en contra turno del equipo, y ponerse a trabajar conmigo durante todos los meses que estuve parado ,  haciéndome sentir  jugador en esa etapa en que no lo era. Y Luis Carrión  es un entrenador que también está dando sus primeros pasos en la profesión y  que cuenta con  una capacidad bárbara para convencer al jugador de la idea que tiene, la cual no negocia y  que se trata de intentar siempre jugar, arriesgar y apoyar al jugador en el error, y de poner  un  manto de calma en  tiempos de tormenta, sacándole cierto dramatismo a los momentos difíciles o de baches deportivos. 

“Estoy feliz con lo que pude lograr  profesionalmente porque creo que me ha costado todo muchísimo y eso hace que después el disfrute sea mayor

Teniendo en cuenta el bagaje de su recorrido, considerás que tenés alguna  “cuenta pendiente”?

DM –   El hecho de  llegar a la Selección Argentina es el sueño de cualquier chico y jugador y en algún momento  veía  bastante cercana esa posibilidad  aunque  el fútbol es dinámico y finalmente no sucedió. Y en una oportunidad estuve cerca de ir a River Plate, que hubiese sido algo hermoso ya que mi familia es de ese equipo.  Pero  no soy de quedarme con lo que podría haber pasado  porque he  tenido la posibilidad de haber estado en clubes muy grandes, de vivir eso como  lo hice, de  poder jugar en los países en que los he hecho y de prevalecer  futbolísticamente en esas ligas.  No me arrepiento ni volvería el tiempo atrás para cambiar nada de mi carrera ya que creo que cada cosa se dio como se tenía que dar y  en su debido tiempo y así tenía que ser.

Por último, qué objetivos te has  trazado para el futuro cercano?

DM – En lo deportivo estoy totalmente enfocado en finalizar esta temporada y llevar al Cartagena a lo más alto. Ojalá podamos cumplir este sueño que  nos propusimos como equipo  el primer día y vamos a pelear por ello hasta el final,  no tengo dudas, y  a mitad de año haré un balance  para ver qué tiene que ser lo que viene. En tanto  que  como meta-deseo me puse terminar mi carrera en Alumni de Casilda, que es el club que me crió, me formó y que amo con todo mi corazón. Mientras que en lo personal,  seguir disfrutando de la familia,  de nuestra gente y de un viaje a Argentina,  luego de año y medio, para compartir momentos con seres queridos.

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