Entrevista a Fernando Zurbriggen – Base santafesino del Fuenlabrada CB de España.

Por Nicolás Urbinati (Corresponsal en Madrid, España)-En el inicio de un nuevo año y en la previa al primer partido de Liga del  2025, El Deportista de Pregón entrevistó a Fernando Zurbriggen, base santafesino – y de Selección Argentina – que esta temporada se encuentra en el Fuenlabrada CB  de España para disputar la  Primera FEB (2da División, ex LEB Oro).  

Concreto, centrado y cerebral como su juego,  este santafesino de 27 años habló  claramente sobre su presente y el  camino que viene desandando en este deporte.

Qué balance haces de estos primeros meses e inicio de temporada  que llevas en el Fuenlabrada?

FZ-  Se da la particularidad que justamente antes del  partido derbi con  Estudiantes llevábamos  doce victorias en fila,  lo que quiere decir que a nivel deportivo  hay muchas cosas bien. Ganar esa cantidad de juegos en cualquier categoría  significa que estás dominando la competición,  pero este es un plantel en formación, hay muchos jugadores nuevos, y eso requiere cierto nivel de adaptación y  refleja también que, por ahí, en los partidos  contra rivales de mayor jerarquía, me atrevería a decir,   todavía tengamos cosas para seguir trabajando. 

A nivel entidad,  cómo describirías al Fuenlabrada CB? 

FZ- El Fuenlabrada es un club que históricamente se ha relacionado con la ACB  y la  ciudad  tiene una trayectoria pura y exclusivamente de baloncesto.  Fuenlabrada y baloncesto van de la mano,  lo que quiere decir  que cuentan con un presupuesto limitado  dentro de lo que son las competencias nacionales, porque se sabe que España es muy competente en el sentido económico,   pero la gente lo vive muy fervientemente y son muy cercanos. Actualmente el Club se encuentra en un periodo de transición y reconstrucción  tras  haber estado durante muchos años bajo un mandato presidencial que se ha relacionado con la familia Quintana,  quienes esta temporada se han desvinculado. 

Este es tu cuarto año en el baloncesto español,  ¿qué te está aportando en lo personal y en lo en lo profesional el estar aquí?

 FZ-  En lo personal creo que lo más duro fue el  segundo  año. Al principio es todo novedoso,  hay mucha  expectativa  y  tenés energías todo el tiempo pero luego  ya te das el “baño de realidad” con  el tema de las relaciones a distancia,  las amistades y la  familia   y el vivir siempre en el frío,  la temporada  de competición se desarrolla en invierno y cuando voy de vacaciones a Argentina por lo general es en esa época del año, por lo que  he crecido a paso agigantado en estos cuatro años que llevo aquí.  Y a nivel deportivo,  me he ido puliendo.  Este es el primer año que juego  la Segunda División,  la Primera FEB,  pero en la ACB he tenido que adaptar mi físico,  la lectura  y velocidad de juego y el  protagonismo, yo venía de ser un tipo que tomaba muchas decisiones dentro de la pista con la pelota  y de ser MVP en  una Liga Argentina e incluso en la Champions Internacional de Sudamérica,  y llegar aquí y ver que son todos igual o mejores que uno  fue un “golpe a la realidad” en lo deportivo.  Pero  creo que me he reconstruido,  hoy en día tengo otra fortaleza y me he vuelto un mejor jugador táctico. 

“El baloncesto español tiene más fanatismo que el  argentino  en cuanto a gente que asiste a la cancha, los seguidores son más fervorosos y siguen  más al equipo”

¿Cómo recordás tu etapa en el Obradoiro por la ACB?

FZ- En el Obradoiro tuve muchísimos momentos  para bien y para mal; con  un primer año muy positivo en el cual consigo afianzarme dentro de la dinámica de un club, tener minutos que no es fácil,  se cumple el objetivo de la permanencia y  estaba muy contento,  mientras que  la segunda temporada  fue un poco más irregular ya que mezclaba partidos de muy buen rendimiento con otros un tanto más bajo. El tercer año  lo arranqué con todo siendo el base titular,  un montón de minutos y de responsabilidades,  pero  el equipo no iba bien y el club tomó algunas decisiones que a nivel individual me perjudicaron,  hubo un periodo de cuatro partidos donde por primera vez en mi carrera  no era citado,  pero terminé jugando aunque lamentablemente consumamos el descenso. Mi etapa en el Obradoiro creo que fue la transformación de ese  Fer que venía de Argentina al Fer europeo.

 ¿Qué  diferencias y similitudes podés llegar a encontrar, a nivel  estructural y de juego, entre la ACB y la Primera FEB?

 FZ-  En cuanto al juego básicamente es la velocidad de ejecución, te cambian los cuerpos, porque en  Primera FEB hay  calidad, jugadores de mucho talento y equipos físicamente muy  fuertes,  caso Fuenlabrada, San Pablo Burgos, Estudiantes y Betis por ejemplo,  pero  lo que tiene la ACB es que todos los partidos son durísimos y vos sabés que tenés que dejar  la piel para poder ganar.  En Segunda División hay más jerarquía,  ya que se sabe que hay  8 o 10 equipos que apuntan a subir y el resto a mantenerse en  la categoría y  ese cimbronazo se nota. Y a nivel estructura,  tema presupuestos y socios,  también hay bastante diferencias. 

¿Y entre la Liga Española, tanto ACB con Primera FEB,  con la Liga Argentina que te tocó vivir ?

FZ- En líneas generales,  las similitudes  en que se entiende el basket táctico es de la misma manera;  siempre se busca atacar donde uno tiene una ventaja,  no es ese juego de uno contra uno o  de correr y tirar, y los jugadores argentinos nos terminamos adaptando tan  bien porque tenemos la misma base formativa.  La diferencia está en que la Liga Española se alimenta de los mejores cuerpos de todo el mundo,  Estados Unidos, Europa y América Latina,   y del poderío económico que tiene,   lo que hace  que el producto se venda más.  El baloncesto español tiene más fanatismo que el  argentino  en cuanto a gente que asiste a la cancha, los seguidores son más fervorosos y siguen  más al equipo . 

 ¿Qué recuerdos tenés de tus inicios en el baloncesto en Argentina, tanto  en Banco de  Santa Fe  como en la LNB con el emblemático  Obras  Sanitarias?

FZ- Los dos son grandes clubes. Banco fue un semillero de muchos jugadores que han llegado a la élite nacional en Argentina, y Obras Sanitarias en 1983 fue campeón de la Copa Intercontinental William Jones, siempre ha tenido jugadores  de trayectoria internacional y es un Club de mucho renombre que  aquí  en España también se lo conoce. Mis recuerdos en ellos son  de los más lindos ya que, la verdad, no me esperaba saltar tan rápido del baloncesto argentino al europeo.  Por ahí podría haber tomado unos años más de ritmo, maduración y de nivel ya que debuté profesionalmente muy joven, con 16 años, pero siempre que se presentaron las oportunidades  las  intenté aprovechar al máximo,  por lo que estoy muy contento del camino realizado. Si me pongo a pensar,  todo  es “raro” porque ésta es mi 11er temporada profesional con 27 años y solamente jugué en 3 Clubes, un promedio de casi 4 años por equipo,  y eso no es “normal”  pero eso hizo también  que  vínculo sea aún más cercano con  todos los lugares donde me desempeñé. Por ejemplo, hace poco fuimos  a  Santiago de Compostela para enfrentar a Obradoiro y para mí era como jugar en casa  ya que tengo más de  100 partidos ahí. Entonces sí,  es muy lindo lo vivido.

“Con el paso del tiempo  se empezará  a ver los frutos,   siempre y cuando se mantenga la línea de trabajo. Hay que ser pacientes y también entender cuál es nuestra nueva realidad y nivel de competencia internacional” 

¿Qué te dejó y marcó  Julio Lamas como entrenador en Obras Sanitarias?

FZ- A Lamas me lo crucé hace unos meses aquí en Madrid y  estuvimos conversando   porque fue quién  me hizo debutar a nivel  profesional.  El mayor recuerdo que tengo es que estando en Obras Sanitarias, que por contrato decía que no podía jugar a nivel profesional porque me iba a ir estudiar a Estados Unidos,  un día viene Julio y  me dice  que no me quiere meter presión pero que tiene dos jugadores importantes lesionados en mi posición, por lo que decido  aceptar esa posibilidad  y la aproveché al máximo viviendo  un mes increíble a nivel deportivo y  personal.  Así pasé de ser un jugador  que ni se equipaba a  ser considerado como el Base Suplente del equipo en la siguiente temporada,  así que la confianza que me tuvo Julio Lamas en ese momento fue  determinante. 

Qué evaluación haces del paso por la Selección Argentina, tanto en  juveniles como este período con la Mayor?

FZ- La realidad es que  sabiendo  ahora, con el periódico del día siguiente,  cómo va todo,  creo que me autopresioné y no lo disfruté como debía, ya que siempre quería sobresalir para volver a estar y al final son todos muy buenos, no tuve el impacto que me hubiese gustado y después, claro,  la Selección son 12 tipos entre  cientos de jugadores.  A la categoría Formativa la disfruté muchísimo,   mis primeros viajes internacionales y ser parte de una  delegación, y hoy en día puedo decir que son más amigos  que rivales los chicos con los que he compartido esos equipos. Y en la Mayor  nunca se sabe  qué puede pasar ya que  me ha tocado viajar a jugar ventanas de partidos cuando no me lo esperaba y cuando uno siente que está bien, no es convocado.  La Selección es un poco eso, cuando te toca  hay que aprovecharlo  al máximo y, si bien por ejemplo ahora no estoy siendo llamado,  siempre estoy esperando  que mi nombre aparezca en la lista. 

¿Cómo valoras el proceso de Pablo Prigioni al frente del seleccionado?

 FZ- Creo que está en un periodo de reconstrucción ya que ha cambiado todo. Hay muchos nombres nuevos y  otra idiosincrasia de juego,  es reciente  la salida de un referente muy grande como Luis Scola, y Facu Campazzo está tomando esa posta y es como que todos están asimilando sus nuevos roles.  Creo que con el paso del tiempo  se empezarán  a ver los frutos,   siempre y cuando se mantenga la línea de trabajo. Hay que ser pacientes y también entender cuál es nuestra nueva realidad y nivel de competencia internacional. 

Por último, cuáles son  las metas planteadas para el corto – mediano plazo?

 FZ- Por lo pronto intentar  cumplir  el objetivo final de temporada con  Fuenlabrada, lo que me devolvería automáticamente a jugar en la ACB y a estar nuevamente en la mejor liga nacional,  después de la NBA,  ya que es la más competitiva en  Europa.  Eso te  da un impacto, un  renombre y  por ahí, a mediano plazo, uno puede llegar a jugar una Champions o tener un muy buen año y fichar para algún  equipo de Euroliga, que es a  lo que apunto. Me considero un jugador joven y  que tiene mucho por delante,  más allá que lleve mucho tiempo de  profesional , y ojalá el día de mañana pueda llegar a dar ese salto  o, así también, conseguir el ascenso con el Fuenlabrada,  que es hacer historia dentro de un club.  Ayudar a crecer a los equipos donde estoy, mientras yo también lo hago, es lo que pretendo  y bienvenido sea.