Por Nicolás Urbinati (Desde Madrid, España) – Tras acabar el primer entrenamiento matutino de la semana, el atacante argentino Leonardo Ulloa atendió muy amablemente a El Deportista de Pregón en la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano de Madrid.
Tranquilo, de trato cercano, centrado y sincero, por momentos muy autocrítico a la hora de las respuestas; el experimentado delantero rionegrino de 33 años hizo un repaso de su presente y trayectoria que consta de diez equipos en cuatro países diferentes.
¿Qué balance puede realizar de esta primera temporada que está viviendo en el Rayo?
LU – Venía con unas expectativas muy grandes porque llegaba a un club que bajó de categoría la temporada pasada y que siento, realmente, que tiene un plantel muy bueno para ascender o para pelear por ellos, pero los resultados no nos están acompañando y mis expectativas de cara al gol y de ayudar al equipo la verdad que están mermadas. Estoy en un rendimiento bajo en la relación a lo que estoy acostumbrado a jugar, a hacer y, sobre todo, a mi último paso por España. Así que espero que las cosas cambien, que el equipo pueda entrar en una dinámica positiva y en mi caso ayudar, de cara al gol, para tratar de conseguir puntos lo antes posible ya que ha ido ya el primer tercio del torneo
El bajón en el rendimiento del que hace referencia, ¿se debe a algo en particular?
LU –No, sino que todo jugador necesita un período de adaptación pero ya han pasado bastantes fechas. Es un rendimiento que no esperaba, creo que la gente tampoco, pero cuando las cosas vienen mal o no salen, hay que trabajar y de eso sé bastante. Nunca voy a bajar la cabeza y voy a tratar de modificar esta situación que estoy viviendo, y a partir de eso, que cada jugador trate de cambiar ciertas cosas desde su lugar, la dinámica para el equipo también variará.
¿Cómo describía al Rayo Vallecano cómo club?
LU –Al encontrarse en Madrid, da una vidriera totalmente diferente pero es un club que ha estado en la máxima categoría, al que a muchos jugadores les gusta venir y que está hecho para la Primera División, ya sea por su afición, por el equipo o por el estadio. Intentaremos pelear o de estar de la mejor manera para ayudar a que ese objetivo se pueda conseguir.
¿Cómo vive, repercute, en un futbolista el ambiente “especial” que hay en Vallecas?
LU- Vallecas siempre ha sido especial en cuanto a eso porque la gente anima en gran manera; me ha tocado jugar varias veces de visitante y la verdad que es impresionante, y el apoyo es incondicional. En la actualidad se vive una situación especial entre afición y directiva que por ahí genera un clima un poco raro, hostil, pero ojalá que todo se solucione pronto. Se agradece mucho que el público siga apoyando, que esté con el plantel, con el club y que banque al equipo como lo viene haciendo.
El fervor de Vallecas, ¿es comparable con el que vivió en Castellón y Almería?
LU- No tanto, la verdad. En Castellón había una buena afición también, algo similar a lo de Vallecas por lo del acompañamiento, pero en Almería la gente es un poco más “fría”, no concurre tanto. Aquí en Vallecas van muchos fans los días de partido y siempre se han hecho oír y han acompañado al equipo en los buenos y malos momentos.
¿Qué recuerdo tiene de su paso por el CD Castellón y la UD Almería?
LU- Castellón me abrió la puerta a Europa, lo que fue algo espectacular, y me encontré con un club que estaba armando todo como para poder pelear y ascender a Primera División. Estuve dos temporadas allí, el primer año fue muy bueno porque quedamos muy cerca de poder estar ahí arriba pero en el siguiente se fueron muchos compañeros de jerarquía, el plantel se diezmó, las cosas fueron a menos y lamentablemente nos tocó descender a Segunda B. Sin embargo en esa campaña seguí haciendo goles y eso me valió para poder pasar a Almería, que estaba en Primera División. Allí me encontré con muy buena gente, un club bastante ordenado y un equipo con jugadores de renombre que venía de mantener la categoría. La verdad que me sentí muy a gusto en ambos sitios, me dieron mucho cariño y eso se agradece mucho.
¿Y los comienzos en el Fútbol Argentino, jugando en la CAI de Comodoro Rivadavia, San Lorenzo, Arsenal y Olimpo de Bahía Blanca?
LU- En la CAI de Comodoro Rivadavia di mis primeros pasos como profesional, en realidad me formé en el Deportivo Roca de Río Negro, donde a los dieciséis años debuté en la B Nacional y eso me valió para poder llegar a la Selección Argentina Sub-17. De ahí me fui a San Lorenzo de Almagro donde no me fue tan bien como hubiese esperado pero me abrió la puerta para debutar en Primera División y poder ganar un título, integré plantel y jugué algunos partidos, con Ramón Díaz como entrenador. Tras el campeonato vinieron etapas complicadas en las que pasaron muchos técnicos, los resultados no se daban, había muchos chicos de las inferiores en el plantel y como no terminé consiguiendo un lugar, reconozco que por ahí fue por mi inmadurez futbolística a esa edad, tuve que buscar un nuevo rumbo. Pasé a Arsenal de Sarandí, un club chico pero con las cosas muy claras que, con Gustavo Alfaro como DT, había armado un plantel para salvarse del descenso y se había clasificado a la Copa Sudamericana. Ese torneo fue muy bien, jugaba en el campeonato e intercalaba en la Copa, y por suerte terminamos ganando la Sudamericana. Después llegaron varios jugadores, especialmente en ataque, me fui quedando sin espacio por ser de los más jóvenes en el plantel y me tocó salir, pero viví unos seis meses muy lindos. De allí me fui a Olimpo de Bahía Blanca donde las cosas no andaban bien, el equipo estaba peleando por el evitar el descenso, y me tocó llegar a un club con esa presión de mantener la categoría. Se hizo todo lo posible, las cosas no salieron bien y encima en la última fecha me terminan expulsando por pecar de inmadurez, el no saber manejar ciertas situaciones, por lo que me tocó irme mal de esa institución. Hoy, al mirar hacia atrás, me arrepiento mucho de haber salido de esa manera de ese club.
¿Cómo valora su experiencia por el fútbol inglés?
LU- Lo de Inglaterra fue muy enriquecedor en lo profesional y personal porque tengo familia, en ese momento una hija que quería que aprenda el idioma, y quería aprovechar al máximo esa experiencia, por eso ni dudé cuando me plantearon ir a jugar allí. Llegué al Brighton Hove&Albion, club ordenado y en pleno crecimiento que había hecho un estadio nuevo y comenzado a construir una impresionante ciudad deportiva, y en el año y medio que estuve peleamos dos veces el ascenso a la Premier League jugando Play-Off. En el club recibí mucho cariño apenas llegué, el público me dedicó una canción, entré con el pie derecho marcando goles, algunos muy importantes, pero quedamos en las puertas del ascenso y eso me dolió porque me hubiese gustado devolver, con algo más sólido para el club, tanto afecto brindado. Esa buena experiencia me permitió llegar al Leicester City, donde viví la etapa más espectacular y dorada del club. A nivel individual cumplí el sueño de jugar en la Premier, que era lo que anhelaba cuando fiché por el Brighton, salir Campeón de Liga y competir en Champions League con el equipo.
¿Lo del título con el Leicester es, hasta el momento, el punto más alto de su carrera?
LU- La verdad que sí porque me sentí muy partícipe del mismo. Si bien ya había salido campeón con San Lorenzo y con Arsenal, no había tenido tanta intervención como en este caso, sobre todo, porque jugué casi todos los partidos. La atmosfera y el día a día que vivimos esa temporada fue muy intenso y bonito. Actualmente el Leicester está nuevamente peleando por la Liga pero no sé si este plantel siente lo mismo que nosotros en aquel entonces, ya que éramos un grupo de jugadores no tan conocidos, que logró imponerse ante los poderosos y quedarse con el título. Eso da una satisfacción doble porque la gente no sólo lo reconocía en Inglaterra, sino que también en el mundo.
Jugó en Argentina, en España, en Inglaterra y en México ¿qué similitudes y diferencias encuentra en esos cuatro torneos?
LU- La similitud es que el día a día del futbolista se vive de igual manera en cualquiera de los sitios pero después en cada país se juega diferente, se entrena distinto en cuanto a intensidad y varía la cultura futbolera. Por ejemplo en Inglaterra haga frío, calor o llueva la gente va al estadio mientras que en México, por lo menos en mi experiencia en Pachuca, no era tan así; también cambia el nivel de competición entre una Primera División con la Segunda o la misma categoría en diferentes países. Es una experiencia muy enriquecedora, y un privilegio, el haber podido jugar en todas esas ligas y disfrutar de las mismas
Pero a nivel juego ¿con cuál se sienta más a gusto?
LU- Particularmente el que más me gustaba, en aquella época, es el fútbol inglés porque son menos tácticos y más pasionales, los partidos siempre son de ida y vuelta y con muchas situaciones de gol. En cambio en otros países si vas arriba en el marcador, ya se cuida más la pelota, el equipo se posiciona distinto y el juego se vuelve menos dinámico. El Fútbol Español también me agrada mucho porque más allá de la táctica, que los equipos lo trabajan muy bien, se necesita del talento individual para poder sacar un poco de ventaja.
Por último, ¿qué objetivos tiene marcados en el corto y mediano plazo?
LU – Lo que me interesa ahora es levantar mi nivel y poder ayudar al equipo a alcanzar los objetivos trazados. Eso es lo que me propongo de aquí al final de temporada, no hay otro objetivo ni miro más allá de eso
Qué opinas?