Imputaron al cocinero del barco que cargaba 469 kilos de cocaína

También los fiscales federales solicitaron cámaras y allanaron galpones en dos empresas de San Lorenzo y Puerto General San Martín en busca de documentación.

Mientras el buque MV CECI, continúa en el Puerto de Vicentin con fuerte custodia de las fuerzas federales, los 20 tripulantes del barco fueron llevados a audiencia imputativa el pasado viernes en los Tribunales federales de Rosario.

Ante el juez de Garantías, Carlos Vera Barros, los fiscales federales  Claudio Kishimoto y Francisco Bernhardt, acusaron principalmente al cocinero de la embarcación, que quedó en prisión preventiva efectiva. El resto de los marineros quedaron retenidos en el barco por una semana, mientras avanza la investigación.

Sin embargo, el contenido de la imputación no fue revelada a la prensa, sí la orden del magistrado, a la que accedieron un puñado de periodistas. En tanto, se realizaron medidas investigativas en dos empresas de la zona, (una ubicada en el Arrroyo San Lorenzo y la otra en Puerto General San Martin, que brindan servicios portuarios, entre ellos amarre y desamarre, embarcación y traslado de mercadería, donde buscaron cámaras de seguridad y documentación. Se observó en una de las cámaras a una lancha con dos palés de 1500 kilos que salen del muelle del Arroyo, pero que según fuentes consultadas, sería imposible que se carguen 469 kilos de cocaína-

La teoría de la ministra Patricia Bullrich es que la droga hallada, podría haber sido colocada por lanchas que de abastecimiento de mercadería u otros servicios al buque.

“El buque había sido inspeccionado esa misma mañana y luego de esa inspección subió el proveedor de comida al lugar donde se termina encontrando la droga. Nuestra hipótesis es que ese barco que lleva la comida de la tripulación es el que contamina”, señaló en una entrevista en Radio 2.

Sin embargo, el representante de la Agencia Regional Central de la UIF, con sede en Rosario, el Dr. Juan Francisco Lafontana, sostuvo en Aire de Santa Fe que “No se puede determinar que haya sido cargado en territorio argentino. Puede haber sido en la recalada, que es la zona común entre Uruguay y Argentina, que está previo al ingreso al territorio argentino”.

El funcionario además explicó que el buque ingresó a la Argentina por el Río de la Plata y tenía planificado, luego de zarpar en San Lorenzo, pasar por dos puertos del territorio argentino y uno de Montevideo para luego dirigirse hacia Ámsterdam, en Países Bajos, lo que también señaló la ministra y el fiscal el pasado jueves en conferencia de prensa.

Lo concreto es que las hipótesis son varias y la información que brindan los investigadores es muy escueta.

Los Serenos de Buque, actividad que fue desregulada por el gobierno de Javier Milei en el mes de enero y que provocó que más de 80 familias de la región se quedaran sin su fuente laboral, ya habían advertido la posibilidad de que al no estar ellos auxiliando a la Prefectura, estos hechos ilícitos y otros podrían ocurrir. Incluso, una semana antes, como si fuese algo premonitorio, el sindicato se reunió con los concejales de San Lorenzo y Puerto San Martin y les dijeron que ésto podría pasar.

El concejal Damián Perassi, había dicho al respecto en la reunión de comisión: “Después del 2001 todos los puertos fueron puestos como zona de territorio contra el terrorismo, tenemos que tener un control de quienes bajan a nuestras ciudades”.

“Son situaciones que pueden suceder y que no sabemos si no sucedieron porque nadie denunció”, señaló Mario Scherini, sereno de buque.

Por ello, el jueves pasado, los trabajadores, intentaron solicitarle una reunión a la ministra Bullrich, para solicitarle que reviertan el DNU que canceló la obligatoriedad de contar con un sereno, y de que sea opcional para las agencias marítimas.

“Consideramos que esto se habría podido evitar si estábamos nosotros, quedó demostrado que hay falencias de la seguridad en los buques, en cuanto al egreso e ingreso del personal”, expresó el secretario de los Serenos, Orlando Brizuela el día jueves. Su función era ser los auxiliares de la Prefectura en el río y sostienen que además de las fuentes de trabajo que se pierden, no hay controles exhaustivos.

De hecho, aunque la ministra Bullrich haya destacado el trabajo de la Prefectura y de la Dirección General de Aduanas en el procedimiento, lo cierto es que si el Capitán de Buque, que bajó a la cocina no advertía, que dentro de las cámaras frigoríficas estaban estos bolsos con droga; el barco seguía su ruta, y probablemente hubiese llegado a Ámsterdam, como ocurrió durante mayo del 2022 con el buque Areti, que fue descubierta en Newcastle, Australia con 50 kilos de cocaína; que pasó por los puertos de San Lorenzo; o como en 2023, donde la Policía Federal Australiana decomisó más de 800 kilos de cocaína hallados en el carguero DT Pinot que en abril también había pasado por el puerto de San Lorenzo. También el barco Chemstar Sapphire, que zarpó de Necochea en agosto 2023 y fue interceptado en el Puerto de Melbourne Australia en octubre de ese año. Dentro del buque, las autoridades descubrieron 200 kilogramos de cocaína ocultos en el «sea chest», un compartimento ubicado en el casco del barco.

Martín Verrier, secretario de Lucha contra el Narcotráfico del Ministerio de Seguridad de la Nación, le respondió a esta periodista que consultó si había una relación entre estos hechos anteriores y el del miércoles pasado y señaló que: “Hay un patrón que se está investigando con estas dos causas y que en este caso este tipo de operaciones que se llaman drop off consisten en el lanzamiento de la carga previo al ingreso a puerto. Son operaciones que ocurren en la aproximación de los buques a los puertos europeos”.

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