La muerte de Lucio Dupuy: los últimos minutos de su vida revelan maltratos y vejaciones extremas

La muerte de Lucio Dupuy se produjo la noche del viernes 26 de noviembre de 2021 en Santa Rosa, La Pampa. A las pocas horas estaban detenidas su madre Magdalena Espósito Valenti (26), y la novia, Abigail Páez (28).

Los datos que surgieron de la vida del chiquito de 5 años y cuatro meses revelaron una historia de maltrato y abuso que convirtieron el caso en el infanticidio más conmocionante del país en las últimas décadas.

Su padre, Christian Dupuy (27), al día siguiente de la muerte de Lucio detalló unas de las aristas del caso: “La Justicia nunca me escuchó, siempre favoreció a la madre por más abogados y mediaciones que realicé. Hoy pagó mi hijo”. Así asomaba la historia de la pelea legal y una Justicia que descuidó a Lucio.
Lucio en su corta vida estuvo un año y medio con sus padres biológicos, dos años bajo la tutela de sus tíos paternos y un año y medio en el hogar de su madre y la novia.

El recuento de los chats entre la madre y su novia desnudaron la tortura que sufría. Y como esa relación descargó furia contra Lucio, en un desenlace fatal.

La madrastra de Lucio, Abigail Páez, salió de su casa, en Allan Kardec 2385 de Santa Rosa, con el nene en brazos a las 21.26 horas según mostraron las cámaras de seguridad.

Inició un raid vertiginoso. Fue a la posta sanitaria del barrio Río Atuel para que reanimaran al nene: la salita estaba cerrada. Había unos policías enfrente, en la sede la Unidad Regional de la capital pampeana: no quisieron meterse ni atenderlo ni trasladarlo.

Unos vecinos le hicieron reanimación: reaccionó apenas, hizo una arcada, cuando lo atendió una mujer, una enfermera profesional. En ese momento, otros vecinos, Eduardo Mourino y su madre Lady Ester Soria, se acercaron y subieron a Páez y al nene a un auto y la llevaron al Hospital Evita.

Llegaron poco después de las 21.30. El médico Hugo Argüello recibió al nene. Tenía vómito y sangre en la boca, un gran moretón en el glúteo derecho y golpes por todo el cuerpo. Intentó la reanimación, pero sin resultado. El profesional certificó su muerte: 21.45 horas. Pasaron solo 19 minutos desde que Páez salió de su casa con Lucio en brazos.

En ese momento, el médico le preguntó a Páez qué había pasado: dijo que había dejado al nene solo, “por 15 minutos”, para llevar a la madre a su trabajo. Y que cuando regresó el nene estaba golpeado: lo bañó y salió a buscar ayudar.

Cuando le dijeron que Lucio murió, Páez fue a buscar a Espósito a su trabajo: las cámaras muestran que fue al hotel Casino Club -donde trabajaba la madre de Lucio- a las 21.59. Había entrado a trabajar a las 19.57, según indican las cámaras. Juntas van al hospital Evita donde estaba el cuerpo de Lucio.

La madre y su pareja fueron detenidas. A las 2.28 horas de la madrugada del 27 de noviembre allanaron la vivienda donde vivían las mujeres con Lucio. Cuando la policía llegó al lugar había un televisor tirado en la cama y la ropa revuelta: era una escena preparada, confirmó la investigación.

La acusación de los fiscales y la querella sostiene que Abigail Páez y Magdalena Esposito Valenti, el viernes 26 de noviembre de 2021, entre la hora 17:30 y las 19:40 agredieron físicamente y sexualmente a Lucio Dupuy.

Le dieron golpes en los brazos, las piernas y el cuerpo que causaron múltiples lesiones: tenía moretones en abdomen, tórax, espalda, rostro y cráneo. Además otro hematoma en la espalda: era la marca de la suela de la zapatilla que tenía Páez la noche del crimen.

Los golpes le provocaron la acumulación de sangre y líquido en el cerebro, la rotura del hígado y una hemorragia interna provocó la acumulación de sangre en la zona del estómago. “Estas lesiones le provocaron la muerte, después de una agonía”, afirmaron los fiscales, en base a la autopsia realizada por el médico Juan Carlos Toulousse.

Pero además la autopsia reveló que “ambas abusaron sexualmente del niño con acceso carnal en reiteradas oportunidades (…), lo cual produjo en el niño lesiones de vieja y reciente data”. También tenía mordeduras en el brazo izquierdo. Así lo expresa la acusación fiscal.

Los fiscales Verónica Ferrero, Walter Martos y Marcos Sacco afirmaron en el juicio oral que esas lesiones y la muerte fueron causadas por la madre y su pareja. Por eso las acusan a las dos de homicidio agravado por haber sido cometido con saña y alevosía y abuso sexual ultrajante (por la duración y la forma en que fue cometido). En el caso de Magdalena Espósito Valenti tiene otro agravante por ser madre y de Páez por ser su guardadora.

La querella de Christian Dupuy, representada por el abogado José Mario Aguerrido, agregó otra acusación: el crimen de odio. Sostiene que lo mataron por “ser varón”.

Los movimientos de Magdalena y de Abigail, la tarde en que se produjo el castigo de Lucio y el inicio de su agonía, quedaron registrados por una cámara de seguridad de una vecina: a las 17.32, Lucio llegó del jardín en la moto con su madrastra. Alrededor de las 18.30, la madre sale dos veces y regresa en pocos minutos. A las 19.40, Páez sale en la moto llevando a Espósito. Y regresa a las 20.49: en ese lapso de casi una hora dejaron a Lucio solo. A las 21.26 horas, Páez sale con Lucio en brazos.

¿Qué declaró Abigail Páez en el juicio oral? Dijo que el nene se mandó “un moco”. “Lo tomé del brazo y le pegué unas pataditas en la cola. Le pegué y no medí dónde, la verdad”, afirmó.

Admitió que “sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento e intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. Él intentaba hablar, estaba consciente todavía.  Se bañó parado. El me intentaba hablar, como para decir algo, pero no le salían las palabras”.

Después lo dejó un para ir a buscar ropa y escuchó que se cayó: “Ni siquiera puso las manos. Le toqué el pie, pero no tenía reacción”. Allí dijo que salió a buscar ayuda.

Los fiscales no creyeron esta versión: consideran que la agresión, física y sexual se produjo entre las 17.32, cuando llegó del jardín, y las 19.40, cuando Abigail Páez salió a llevar a Magdalena Espósito Valenti al trabajo.

La madre de Lucio declaró en el juicio. “Cuando lo dejé en mi casa, me saludó, estaba con vida. Al día de hoy sigo sin poder creerlo”, dijo.

“A muchos les parecerá mal que no esté llorando, pero me mentalicé ser lo más fuerte posible para poder hablar claramente. A Lucio lo lloro en privado, me parece más humano que hacerlo delante de personas que no me conocen a mí, ni conocieron a Lucio”, dijo “Magui” Espósito Valenti ante los jueces Alejandra Ongaro, Daniel Sáez Zamora y Andrés Olié.

La apertura de los celulares reveló el maltrato al que sometían al pequeño. En los chats de Whatsapp, señalaron los fiscales, “se hallaron mensajes escalofriantes de castigos inhumanos al que era sometido el niño, falta de comida, frío, penitencias interminables contra una pared, golpes de puño en la panza que le provocaban vómitos continuos, golpes en la cara que le provocaron lesiones visibles”.

Los mensajes revelaron “amenazas respecto de que no podía contar a nadie lo que vivía sino sería peor, no mandarlo al jardín por dos motivos: primero para que no vieran las maestras sus lesiones y segundo como forma de endilgarle castigo ya que el niño disfrutaba de ir al jardín, se comentaron miedos de que se quitara la remera y otros adultos vieran sus marcas de golpes”.

Además “le ponían hielo para que se le deshinchara los golpes de la cabeza, acuerdos entre las mujeres de excusas que expondrían en el jardín para justificar su ausencia, o para que no se juntara con amiguitos, y para no ir a la casa de la abuela -en referencia a la madre de Abigail Paez”.

En esos mensajes se puede leer cómo Lucio era una molestia para Abigail y Magdalena: todo el tiempo pensaban quitarlo de sus vidas para que no arruinara su relación de pareja, y según ellas sus peleas y discusiones las motivaba Lucio.

“Acuerdan ambas dejarlo solo en la casa de noche, y que estaban cansadas de su presencia allí”, afirmaron los fiscales en el juicio.

En unos de los mensajes Abigail le dice a Magdalena que diera al niño en adopción porque no estaba preparada para cuidarlo y sabia bien que con el padre no iba a ser bien criado, que sentía rechazo por Lucio porque era hijo de Christian.

Magdalena comentó en esos chats que “si Lucio impide que nuestra relación fluya, yo no lo voy a permitir, porque no me importa tanto como vos”, refiriéndose a Abigail Paez.

El juicio comenzó el 10 de noviembre pasado y se extendió durante más de un mes, en el que declararon unos 70 testigos. En sus alegatos, la fiscalía solicitó que las imputadas sean declaradas culpables del “homicidio calificado y abuso sexual” de la víctima, delitos que prevén la prisión perpetua. La querella integrada por el padre del menor, Christian Dupuy, introdujo el agravante de “odio de género“. Y las defensas plantearon la hipótesis de un hecho “preterintencional”, es decir, cuando hay intención de causar un daño pero no la muerte.

El juicio por el crimen de Lucio se retomará el jueves 2 de febrero. Ese día los jueces del Tribunal de Santa Rosa, deberán resolver la culpabilidad o inocencia de las acusadas, la madre del menor y su pareja. Según se informó, si las mujeres son declaradas culpables, el 2 de febrero no se les fijará una pena, ya que para ello habrá una nueva audiencia, que se realizará en un plazo no mayor a los 15 días a partir de conocerse el fallo.

Clarín y Página 12

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