Por Nicolás Urbinati (Corresponsal en España)- Con el mate en mano para combatir  el frío mediodía dominical  y camino al micro que lo trasladaría a Badajoz (región de Extremadura)  tras el importante triunfo de su equipo ante la UD San Sebastián de Los Reyes en Primera Federación,   el  juvenil defensa santafesino   Mariano Gómez – ex Unión- atendió muy gentilmente a El Deportista de Pregón para hablar de sus sensaciones y  presente  en el fútbol  ibérico, tras su “llamativo” inicio profesional en Argentina. 

Si bien hace cinco años que venís jugando a nivel profesional, tu inicio de carrera fue,  como mínimo, curioso porque sólo jugaste dos partidos en Argentina antes de venir a España. ¿Qué recuerdos tenés de ese  comienzo y de los encuentros ante Patronato de Paraná y Arsenal de Sarandí?

MG- Hice toda las inferiores en Unión de Santa Fe y me tocó debutar en Primera en cancha de Patronato, ingresando en el segundo tiempo, y ganar 1-3 y después jugar de titular, en cancha de Unión, ante Arsenal donde empatamos 0 a 0. La verdad que fue muy lindo haber debutado en el Fútbol Argentino con 18 años y le estoy muy agradecido al técnico Leonardo Madelón de haberme dado esa oportunidad. Además esa posibilidad fue la que me abrió las puertas para llegar a España, en particular al UD Ibiza que fue mi primer club en este país.

¿Imaginabas una salida tan rápida del fútbol argentino?

MG- La verdad que no porque si bien estaba en Primera, no era muy tenido en cuenta y por lo general jugaba en la Reserva. Una persona que me vio en uno de esos encuentros, tenía un contacto aquí y me pudo abrir las puertas para llegar a España de un día para el otro. No fue algo que estaba proyectado a futuro, se dieron así las cosas y lo agradezco mucho.

¿Cómo fue la llegada a la UD Ibiza y la adaptación al fútbol español?

MG- La verdad que muy bien la llegada porque también, en ese momento, se encontraba en el equipo Emiliano Armenteros, quien me ayudó muchísimo en todo. La adaptación fue rápida, por ahí me costó jugar los primeros dos meses que es el período que se maneja en España, pero, como se sabe, los argentinos nos adaptamos muy rápido a todo y así inicié mi carrera aquí

 ¿Qué similitudes y diferencias encontraste, con  lo vivido,  entre el fútbol argentino con el español?

MG-  Un juego menos trabado, mucho más dinámico y técnico.   En Argentina  hay más roce y lucha, cosa que aquí no se ve tanto aunque sí en esta división, porque es una categoría muy pareja. 

¿Qué repaso haces de tu carrera por  España, pasando por UD Ibiza, Atlético de Madrid, Racing Club de Ferrol, Algeciras y, en la actualidad, CD Badajoz?

MG-  Para mí es una etapa muy buena ya que desde que llegué, creo que fui en crecimiento. Por ahí el único año que estuve estancado  fue en el periodo de Atlético de Madrid y  Racing de Ferrol ya que no conseguí disputar los minutos que pensaba tener, pero después remonté en el Algeciras, donde tuve un año muy bueno. Ahora estoy peleando con  Badajoz para tratar de estar la próxima temporada un escaloncito más arriba.

¿Cuánto fue el crecimiento personal y profesional que te dio el salto de Argentina a España?

MG-  Venía trabajando bien en la categoría reserva de Unión de Santa Fe pero como no tenía mucho lugar en el primer equipo, se dio el pase a España y ese cambio de chip, el de  madurar más rápido, me hizo crecer, tener otra mentalidad y forma de trabajo. Y mismo después en España otro pasito de crecimiento lo dí en ese mal año del Atlético al Ferrol, donde no jugué lo que esperaba,  y esa situación me hizo pensar, poner las cosas claras y dar un golpe sobre la mesa en mi carrera. 

Esta temporada te encuentras jugando en el CD Badajoz, ¿Cómo definirías a la institución, al equipo y qué tan importantes es tener en el mismo,  compañeros argentinos como son los casos de Gianluca Mancuso y Pérez Acuña?

MG-  El Badajoz es un club increíble, muy grande y uno de los más importantes de la categoría y  el día a día es espectacular ya que tengo compañeros muy buenos. Últimamente no se nos venían dando los resultados pero en estas dos semanas de receso deportivo se trabajó muy bien y eso quedó reflejado en la victoria ante Sanse porque se vio un equipo distinto, que quería y que jugaba. Tener compañeros argentinos es un plus porque en el día a día ayuda a no estar solo, tener que juntarte o hacer cosas, y a vivir más que nada lo más parecido a lo que es Argentina.