El insólito hecho ocurrió en Queen Disco y generó un fuerte repudio en las redes sociales. La dueña del local realizó la denuncia.
Un grupo de personas protagonizó un insólito “rito religioso” en las puertas de “Queen Disco”, ubicado en la ciudad mendocina de Guaymallén: se buscaba exorcizar a las personas homosexuales, quienes supuestamente necesitan ser “curadas”.
“Dios, salva a los jóvenes del infierno de la homosexualidad”, gritaban en repetidas oportunidades mientras alzaban las manos y miraban al cielo, luego de rociar el espacio físico con agua bendita. Las personas a cargo del “exorcismo” eran Cinco mujeres y un hombre, quienes se reunieron frente al local bailable donde suelen asistir varios jóvenes de identidades diversas.
El hecho ocurrió en la tarde del lunes y quedó registrado en las cámaras de seguridad de la zona y las imágenes rápidamente se viralizaron en las redes sociales, donde distintas personas y agrupaciones demostraron su repudio y tildaron “la ceremonia” como un acto de discriminación.
Según publicó el diario local MDZ, la dueña del boliche Ana Laura Nicoletti, fue a la Justicia para hacer la correspondiente denuncia.
“Yo no estaba presente, pero me avisaron los vecinos que de repente llegaron dos autos con personas de entre 65 y 70 años. Eran cinco mujeres y un hombre, que se colocaron con las manos en alto y comenzaron a hacer gestos, rezos y oraciones. Según el relato de mis vecinos, con los que convivimos a las mil maravillas, esta gente gritaba ‘Dios, salva a los jóvenes del infierno de la homosexualidad’, mientras tiraban un líquido contra la pared. Estuvieron un rato, y se fueron. Las cámaras de seguridad tomaron todo”, contó a MDZ Ana Laura Nicoletti.
“La verdad es que yo he acudido a la Justicia. Ya no tolero posturas religiosas que nos toman como enfermos. Soy una mujer absolutamente respetuosa. Uno puede no estar de acuerdo con el estilo de vida de otro, pero el respeto es la base de todo. Yo respeto al otro, y demando el mismo trato. ¿Quiénes son para venir a importunar la paz de mis queridos vecinos, para venir a molestar a mi boliche?”, siguió Nicoletti.
“Esto en un primer momento puede ser tomado como algo gracioso o de color, y es cierto que podemos caer en el error de hacer humor y restarle importancia, pero estas cosas son graves. Todo fanatismo es peligroso. Hace poco en Buenos Aires hubo un atentado incendiario en ‘Maricafé’, un local que es un café pero que también es librería, book store y espacio cultural para toda la comunidad de ciudadanos que quiera disfrutarlo, no solo para los integrantes del colectivo. Dos hombres llegaron en la madrugada de un sábado a su puerta y lanzaron un objeto prendido fuego que causó destrozos”, finalizó Nicoletti.
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