La investigación del fiscal Aquiles Balbis sobre el crimen de Jorge Leguizamón, ocurrido entre los días 7 y 8 de abril a puñaladas, detectó huellas digitales de una segunda persona que fue llevada a audiencia imputativa pero quedó en libertad por una situación que se dio en la misma.
Ramiro L., de 22 años, quedó imputado por homicio crimins causa en calidad de coautor y de en grado de consumado, una calificación provisoria hasta que se aclare su situación. Es que la defensa, el Dr. Franco Fosco, señaló que sólo es vinculado en el hecho por una huella dactilar en el domicilio del hecho, pero no pudo describirse en la imputación cual fue el rol que tuvo en el ilícito, así da una versión corroborada por, testimonios de que su defendido trabajaba en el lugar. que se ubicaba en una puerta que no se encuentra violentada, ajena a la parte de la casa donde pudo haber ocurrido el hecho y que además no hay nada más, ni nadie más.
El fiscal Balbis corroboró con el dueño de la vivienda donde alquilaba Leguizamón, que R. L había trabajado el imputado hasta el mes de junio y que las huellas que se hallaron podrían corresponder a eso y no por estar involucrado en el homicidio.
Por ello, solicitaron una medida no privativa de la libertad, dando un domicilio por el plazo de ley, firma en la OGJ y una persona como garante y con prohibición de acercamiento al dueño de la vivienda que le alquiló a Leguizamón.
Cabe recordar que por el crimen, hay una persona detenida cumpliendo prisión preventiva acusado de apuñalar a Leguizamón para robarle el auto y un celular en la vivienda de Becaccece al 500 de Andino.
Qué opinas?