El Gobierno Nacional se encuentra en pleno rediseño del sistema de subsidios de luz y gas, con el objetivo de recortar gastos y alcanzar un superávit fiscal. Este nuevo esquema, que se espera implementar en mayo, prevé una segmentación más amplia basada en los deciles poblacionales, teniendo en cuenta ingresos, cantidad de convivientes y zona bioclimática.
El criterio principal será la Canasta Básica Energética (CBE), que determinará el nivel de consumo básico de electricidad y gas natural. Cuando el costo de esta cesta supere un porcentaje definido, el Estado subsidiará a los hogares, ya sea mediante transferencias monetarias directas o descuentos en la factura.
Además, se establecerán criterios de exclusión del subsidio, como la posesión de bienes de lujo o actividades de alto consumo, para garantizar que la asistencia llegue a quienes realmente lo necesitan.
El acceso al subsidio se determinará a través del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), que cruzará datos de ingresos con el Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (SINTyS) para verificar su veracidad.
Este rediseño busca no solo beneficiar a los hogares más vulnerables, sino también reducir el impacto en las cuentas fiscales, ya que los subsidios energéticos representaron una parte considerable del déficit fiscal en años anteriores.
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