En Rosario, el transporte público está en una situación de emergencia. Después de una tragedia reciente que afectó a los conductores, los taxis están volviendo a operar gradualmente tras un período de duelo. Aunque están de luto por el asesinato de dos colegas, en noches consecutivas en la zona sur de la ciudad, los taxistas decidieron reanudar sus actividades en el día de ayer.
Después de horas de deliberación, los trabajadores del volante optaron por normalizar el servicio. Esta decisión se produce luego de un paro que había sido iniciado en señal de solidaridad y protesta por la inseguridad que enfrentan en su labor diaria.
Mientras tanto, persiste la incertidumbre sobre el futuro del servicio de colectivos, que sigue paralizado debido al reciente ataque armado contra un conductor de la línea K.
A pesar del regreso del servicio de taxis, la ciudad sigue enfrentando desafíos significativos en su sistema de transporte público, mientras se espera una resolución a la crisis de seguridad, que ha conmocionado a la comunidad de conductores y usuarios por igual.
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