El amor está en el aire en este San Valentín, pero expresarlo viene con un precio considerable. Desde los clásicos ramos de rosas hasta las cajas de bombones y las cenas románticas, los costos han aumentado hasta un 300% en comparación con el año pasado, lo que deja a muchos enamorados frente a un dilema financiero.
A pesar de los desafíos económicos, el fervor por celebrar el amor sigue siendo palpable. Las joyas, ahora fuera del alcance para muchos, han dado paso a alternativas más asequibles como chocolates, flores y salidas a cenar.
Las rosas clásicas y siempre encantadoras, son una opción popular. Sin embargo, incluso estas bellezas tienen un precio elevado. En algunos establecimientos, los ramos de rosas rojas pueden empezar desde los 10 mil pesos y con una docena superar los 20 mil pesos.
Las cajas de bombones tampoco escapan del impacto inflacionario. Con el costo del chocolate rondando los 50 mil pesos por kilo, endulzar el día de San Valentín se ha vuelto cada vez más costoso. Una modesta caja de 300 gramos de chocolates, acompañada de una tarjeta especial, puede llegar a costar 14.400 pesos. Sin embargo, los precios pueden variar significativamente según el lugar de compra.
Para aquellos que desean una experiencia gastronómica romántica, los precios son aún más altos. Muchos bares y restaurantes han diseñado menús especiales para la ocasión, con precios por persona que oscilan entre los 13 mil y los 50 mil pesos. En promedio, una cena romántica durante San Valentín puede costar alrededor de 20 mil pesos por pareja.
A pesar de estos desafíos económicos, el espíritu de San Valentín sigue siendo fuerte para algunos. Sin embargo, para otros, el alto costo de celebrar el amor puede resultar prohibitivo. Con aumentos de hasta un 300% interanual en los principales regalos y actividades para este día, muchas parejas han tenido que recortar gastos y ajustar sus planes.
Según un estudio de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), el 46% de las pequeñas y medianas empresas anticipan una disminución en las ventas en comparación con el año anterior, debido a la disminución del poder adquisitivo de los argentinos.
A pesar de la situación económica desafiante, hay quienes aún eligen celebrar, aunque a un costo considerable. Con la esperanza de que lleguen mejores días, muchos se esfuerzan por mantener viva la llama del romance, incluso cuando el precio del amor parece estar en aumento.
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