El Intendente Municipal Leonardo Raimundo hizo entrega de subsidios obtenidos a través de la gestión municipal a diferentes instituciones de la ciudad entre las que se encuentra un club de bochas, una escuela taller y un taller de día para jóvenes en situación de calle. Estas asistencias otorgadas durante el pasado jueves 4, colaboran con la continuidad del funcionamiento, el desarrollo de mejoras y la realización de tareas de mantenimiento en las distintas agrupaciones.
El Shinoto Bochin Club, un centro recreativo que nuclea a jubilados del barrio Díaz Vélez desde hace 18 años, recibió dos mil pesos que utilizará para realizar trabajos pendientes en el mantenimiento edilicio de su sede en calle Ledesma 910. “Principalmente tenemos problemas con el techo, que es de fibrocemento y chapa, y se llueve”, explicó Juan Carlos García, Protesorero de la institución, quien además expresó que tienen “infinidad de proyectos y de necesidades”. Con una cuota societaria de tres pesos y alrededor de 80 socios activos les es complicado hacer muchas cosas. Sin embargo, la comisión directiva busca la manera de llevar a cabo sus planes pendientes, entre los que está la colocación de hamacas y otros juegos en el predio que tienen sobre calle Ledesma y las vías del ferrocarril, “para el bien de la sociedad, para el barrio”, concluye García agradecido de la gestión municipal.
La Escuela Taller 3149, ubicada en calle Yrigoyen 2639, utilizará un aporte similar para poder trasladar a los alumnos de la Escuela 219, de barrio Las Quintas, hasta este centro educativo para así poder recibir las clases de taller con las máquinas y elementos correspondientes. Son 35 alumnos en total, de la escuela primaria, que durante la semana se dirigirán a la Escuela Taller para realizar alguna de las especialidades que allí se dictan, ya sea herrería, carpintería o mimbrería. Hasta este momento, para suplir la imposibilidad de movilizar a los estudiantes, los profesores eran los que debían acercarse a la otra institución acarreando materiales, adaptándose a un lugar que no es el adecuado para trabajar y donde no se cuenta con el herramental necesario. “Este subsidio nos viene bárbaro para que los chicos estén en el lugar que corresponde y puedan dar las clases como corresponde”, expresó el Director de la Escuela Taller, Pablo Colósimo.
El problema que persiste en la institución es el de la provisión permanente de hierros y maderas para la realización de los trabajos, aspectos en los que el centro educativo dirigido por Colósimo siempre agradece la colaboración.
Refugio Joven, asociación civil orientada a trabajar con jóvenes de 12 a 20 años, en riesgo de calle, en una labor preventiva a través del aprendizaje de oficios. En este momento los jóvenes están recibiendo formación en carpintería y soldadura. El escribano Oscar Luna, en representación de Refugio Joven, indicó que “la idea de la institución es la de formar hogares permanentes, como tiene el padre Santidrián en Rosario; hasta que logremos esto tenemos nuestra cede en el ACA, que ha facilitado una casita para este fin”. Allí se reúnen los jóvenes a recibir las clases en un aula abierta donde también se enseña dibujo y computación. La institución tiene cinco años de vida y existe un grupo de participantes que mantiene su concurrencia por más de dos años seguidos. En este momento cuentan con una comisión directiva constituida de entre cincuenta socios que colaboran económicamente en la cobertura de los gastos menores. “Estamos tratando de conseguir un equipo psicopedagógico para llegar al hogar de los chicos, que es nuestro mayor problema, junto con la participación en las escuelas”, indicó Luna. El centro recibió $4.500 que serán utilizados para equiparse de herramientas de carpintería, un banco, televisor, computadora.
Parte de Prensa Nº 703
San Lorenzo, abril de 2009.-
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