Tres de los testigos de la terrible tarde del 12 de febrero del incendio que provocó la muerte de Carolina Díaz a raíz de las graves heridas ocasionadas, complican la situación procesal de Luis Alberto Grandi, el playero de una Estación de Servicio que continuará en prisión preventiva por otros sesenta días, por decisión del juez Eugenio Romanini.

Los testimonios del médico, el enfermero y del chofer del servicio de emergencias que trasladó a Grandi aquella fatídica tarde del 12 de febrero hasta el sanatorio privado de Rosario luego del incendio, que provocó el 80% del cuerpo quemado de Carolina y el 20% del hombre fue el argumento del fiscal Carlos Ortigoza para señalar que se ha acrecentado la apariencia de responsabilidad en el homicidio de la joven de 31 años que vivía con su pareja en la vivienda de Islas Malvinas al 4200 de San Lorenzo.

Los tres declaran distintas versiones sobre lo que Grandi les dice mientras era trasladado en la ambulancia hacia Rosario. Mientras el enfermero contó que no le dio respuestas sobre lo ocurrido, el chofer expresó que el hombre le dijo que explotó un bidón de nafta. En tanto al médico le expresó que ocurrió mientras trasvasaban nafta de un bidón a otro.

Además de que los dichos de Grandi no coinciden, las pericias realizadas por personal de bomberos al siniestro arrojaron que mientras que en uno de ellos se encontraban restos de nafta; mientras uno se encontraba vacío

Mientras se espera la realización de la cámara gesell a los hijos de Carolina que declararán el próximo 18 de agosto el fiscal Carlos Ortigoza manifestó que era necesario resguardar la integridad psíquica y física de los menores por haber pasado una situación traumática. Además Ortigoza precisó que deben resguardarse otros testigos que declaren.

Cabe recordar que la carátula del hecho se mantiene el la del delito de homicidio agravado por el vínculo que prevé prisión perpetua.

Por su parte los abogados de la querella, los Dres. Eugenia Maderna y Gabriel Filippini coincidieron con el fiscal Ortigoza y aportaron entrevistas con vecinos de Carolina, particularmente de un amigo de la víctima que fue quien asistió a Carolina y a Luis mientras ella estaba debajo de la ducha apagando el fuego de su cuerpo. El hombre señaló que encontró una palangana quemada, la calza de la mujer, las zapatillas y que sintió mucho olor a nafta. Pero el dato que no pasó desapercibido fue que además de los bidones vacíos observó las dos motos intactas sin rastros de fuego

Luego, tomó la palabra Hipólita, la mamá de la joven quien leyó la carta que Melanie que la hija mayor de la víctima escribió:

“Jamás pensé atravesar algo así, es muy difícil ver a mi familia destrozada, cada vez que hablamos se nos viene ella a la mente, en cada charla, en todo momento, hoy en día tenemos el corazón destrozado, ver que se les cae una lágrima a mis hermanos es muy duro, no saber explicarles que no la vamos a poder ver más. Hoy en día pido justicia por mi mamá. Ella era una persona muy querida y conocida, les pido a cada persona que nos acompañe en este momento tan feo. Necesitamos una respuesta y saber que fue lo que pasó, saber que pasó ese 19 de febrero y que pague el que la tiene que pagar. Tu hija Melanie”.

Para la defensa, se trata de una “situación penosa, donde hay una joven mujer que fallecio, hijos que sufren, pero el tema central es ver si la decisión de dejarlo en libertad al señor Grandi seria una decisión razonable, porque no hay indicios de peligrosidad procesal. Nunca huyó de la justicia, no entorpeció la investigación y en un cuadro fáctico, los argumentos no permiten sostener que hubo un delito, siguen estando vigentes las evidencias que existieron desde un principio. Hubo un testigo, un vecino que habló con Carolina y escuchó de su boca que había sido un accidente.”

Pero el dato que causó sorpresa fue que la defensa ofreció una fianza para la libertad de Grandi de $800.000 que serían aportados por la ex esposa de Grandi y madre de un hijo en común. No sólo causó asombro tamaña cifra, sino también que sea la ex pareja del hombre con quien mantienen un pleito en el juzgado de familia por la cuota alimentaria del niño.

“Eso es muy raro y a mí me llama muchísimo la atención, fue muy chocante e inesperado, porque en la primera audiencia esta persona vino a pedir una cuota alimentaria para su hijo, y ahora ofrece 800 mil pesos para dejarlo en libertad, entiendo que es el padre de su hijo y que lo puede llegar a defender, pero me parece que no está viendo que es lo que le está pasando a mi hermana, queda a conciencia que cada mujer, de lo que pasa en su casa y en su cabeza, si llama la atención es que si viene a pedir una cuota alimentaria de la nada va a aportar 800.000 pesos”, expresó Cintia, hermana de Carolina.