Lo que debía ser una fiesta terminó en escándalo. Hinchas y jugadores protagonizaron disturbios tras el ajustado 2-1. La policía debió intervenir.

Lo que prometía ser una jornada de celebración para el fútbol local terminó en un verdadero escándalo. Este domingo, el clásico entre Beltrán FC y Sargento Cabral, disputado en el Estadio Municipal de Fray Luis Beltrán, finalizó con graves incidentes dentro del campo de juego tras la victoria por 2 a 1 del equipo local en primera división.

 

 

 

 

 

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Según fuentes consultadas por Pregón, los disturbios comenzaron tras el pitazo final, cuando se desató una serie de empujones entre jugadores. Poco después, simpatizantes ingresaron al campo y se desataron agresiones generalizadas. La situación se tornó tan tensa que la policía intervino disparando balas de goma al aire para dispersar a los involucrados, en una escena que se extendió por más de diez minutos.

Durante el desarrollo del partido, que contó con ambas parcialidades presentes, fueron expulsados tres jugadores por cada equipo, lo que reflejó la intensidad y el clima caliente del encuentro.

El tribunal de disciplina de la Liga Sanlorencina deberá ahora evaluar las sanciones correspondientes tanto para los jugadores como para los clubes. También se encuentra bajo análisis la posibilidad de aplicar restricciones al uso del estadio o a la presencia del público en futuros encuentros.

El clásico dejó una imagen empañada para el fútbol regional, donde el fervor deportivo terminó opacado por la violencia.