Gregorio Britez fue condenado a prisión perpetua por el brutal femicidio de su pareja, Nora Escobar, ocurrido en abril de 2022 en Granadero Baigorria. La asesinó de 17 puñaladas y ocultó su cuerpo en una fosa que él mismo cavó. El veredicto fue unánime.

Este martes 24 de junio de 2025, el tribunal compuesto por los jueces de Primera Instancia Gonzalo Fernández Bussy, Mariano Aliau y Valeria Pedrana condenó a Gregorio Britez a la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo y femicidio, en un claro contexto de violencia de género.

El hecho tuvo lugar el 22 de abril de 2022, pasadas las 22 h, en el domicilio ubicado en calle Liniers al 1700 de la ciudad de Granadero Baigorria, donde el imputado asesinó brutalmente a su pareja, Nora Escobar, de 42 años. Según la investigación llevada adelante por la fiscal Marisol Fabbro, del Equipo Fiscal Transitorio en Violencias Altamente Lesivas, Gregorio Britez utilizó un arma blanca tipo cuchilla de al menos 5 centímetros de ancho para asestarle 17 puñaladas, entre 5 y 6 de ellas por la espalda, provocándole la muerte por graves lesiones cardiopulmonares.

Luego del crimen, el condenado cavó una fosa en el patio trasero de la vivienda y enterró allí el cuerpo sin vida de Nora. Para ocultar el entierro, construyó una loza de aproximadamente 60 centímetros de ancho por dos metros de largo sobre el cadáver, y colocó otra similar en forma vertical, también bajo tierra. El cuerpo fue hallado el 10 de mayo de 2022 tras intensas tareas de investigación de la Fiscalía. Gregorio Britez fue detenido un día después en la provincia de Misiones.

“La prueba de cargo fue abrumadora”, afirmó la fiscal Fabbro al concluir el juicio. El veredicto fue unánime, y entre las evidencias que sustentaron la condena se destacó una pericia que demostró que el acusado utilizó una hormigonera para cubrir el cuerpo de Nora. Además, había realizado búsquedas en su celular sobre “cuánto hay que cavar para enterrar un cuerpo”.

El caso fue contextualizado como un femicidio atravesado por una historia de violencia de género. La víctima había denunciado a Gregorio un año antes por un episodio violento, tras el cual se le impuso una restricción de acercamiento que él incumplió reiteradamente. La hija de la víctima, Karen, prestó testimonio clave en el juicio, así como también la exmujer del imputado.