El acuerdo abreviado entre Fiscalía y defensa permitió una condena inmediata por los graves hechos ocurridos en marzo de 2025, donde la víctima principal recibió 11 impactos de bala en dos ataques distintos.

Susana Cáceres y Diego Garreta fueron condenados este martes a seis años de prisión efectiva por su responsabilidad en un violento caso de tentativa de homicidio agravado, amenazas calificadas y lesiones graves. La sentencia fue dictada por el Juez de Primera Instancia, Dr. Romanini, quien homologó un procedimiento abreviado solicitado por la Fiscalía y aceptado por la defensa, lo que puso fin al proceso de forma inmediata.

La condena se desprende de dos ataques perpetrados el mismo día, el sábado 15 de marzo de 2025, contra una misma víctima. Según la acusación del Fiscal Dr. Aquiles Balbis, el primer episodio ocurrió alrededor de las 9:00 de la mañana, cuando Cáceres y Garreta se presentaron en la puerta del domicilio de la víctima, ubicado en la intersección de las calles Genaro Roldán y Joaquina Palavecino. Tras proferir amenazas, Garreta empuñó un arma de fuego y efectuó dos disparos contra la persona.

Sin embargo, la persecución no terminó ahí. Ese mismo día, cerca de las 22:00 horas, los condenados, esta vez acompañados por tres hombres cuyas identidades se desconocen, regresaron caminando hasta la vivienda de la víctima. En una escalada de violencia, el grupo extrajo armas de fuego y disparó al menos en 11 oportunidades no solo contra la víctima principal, sino también contra otras personas que se encontraban en el lugar.

El ataque fue de una brutalidad extrema. La víctima principal recibió 11 impactos de bala que afectaron su tórax, abdomen, miembros superiores, miembros inferiores e ingle. Estas lesiones le provocaron un shock hipovolémico y múltiples heridas de suma gravedad. Las otras personas que la acompañaban también resultaron heridas, sufriendo múltiples impactos de bala en sus miembros inferiores y la región lumbar.

El juez Romanini consideró a Cáceres y Garreta coautores de los delitos de tentativa de homicidio agravado, lesiones graves agravadas (ambos por el uso de arma de fuego) y amenazas calificadas, dictaminando que estos hechos se dieron en “concurso real”. La aceptación del procedimiento abreviado por parte de los acusados evitó la realización de un juicio, pero resultó en una condena firme y efectiva de seis años de prisión.