El Sindicato de Aceiteros y la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) mantuvieron ayer una reunión vía zoom con representantes del ministerio de trabajo, luego de que el gremio realizara un paro que comenzó en Bunge y que luego se extendió al resto de las aceiteras el pasado 3 de noviembre. El reclamo es por el impuesto a las ganancias y los importantes descuentos que sufren los trabajadores

Tras la conciliación obligatoria ordenada por el ministerio el día 4 de noviembre, por el lapso de quince días, se realizó una audiencia ayer por la tarde donde estuvieron presentes de forma virtual, el abogado de la CIARA , Manuel Roca, y una funcionaria del ministerio de trabajo. Luego de la reunión, pasaron a un cuarto intermedio hasta la próxima semana. Desde la cartera laboral, le señalaron al gremio, que esto es una situación que no le corresponde resolverla a la cámara aceitera, porque el impuesto es una ley sancionada, por lo que sugirieron enviar una nota a ambas cámaras legislativas para poder discutir el tema. El otro planteo que realiza el gremio, es que sean las empresas las que paguen esas ganancias, o al menos en parte.

Este jueves, en tanto, habrá una reunión entre la CIARA y el SOEA porque el gremio quiere armar una mesa en común con legisladores para poder tener el apoyo y lograr la eximición de ganancias.

Los puertos del complejo agroexportador de San Lorenzo, Puerto San Martín y Timbúes se paralizaron el jueves y la media mañana del viernes, luego de que los trabajadores de Bunge pusieran el grito en el cielo, cuando el salario del mes de octubre sufriera grandes descuentos por el impuesto a las ganancias. Un grupo de agroexportadoras había liquidado mal el sueldo afectando a los empleados de Bunge, Cargill y LDC. Esas empresas le aplicaron descuentos desde 75 mil hasta más de 100 mil pesos por Ganancias. Un error que fue admitido por las aceiteras y que fue siendo devuelto en los días siguientes.

Pero la otra pelea que lleva adelante el SOEA es con el impuesto a las ganancias y los grandes descuentos que sufren los trabajadores. “Estamos muy dolidos, porque te sentís como violado. El impuesto a la ganancias viene golpeándonos hace 5 meses y ahora se agravó con el bono de 40 mil pesos. Hay compañeros se encuentran con una quita que no llegan a fin de mes. Hoy un compañero que está de turno, con antigüedad y trabaja sábado y domingo tiene que salir a pedir un adelanto», manifestó Pablo Reguera.

El secretario general aceitero, añadió que esto debe ser acordado entre empresas, el sindicato: «No podemos ir a las patadas y a las trompadas llegue a una solución, es una ley donde tenemos que tributar todos, y no es que queremos dejar de tributar sino que haya una devolución por parte de la patronal. Que pague una parte la empresa».