El próximo 30 de octubre, las organizaciones del transporte CATT y UGATT llevarán a cabo una protesta en apoyo a los pilotos y trabajadores de Aerolíneas, quienes se manifestarán contra el gobierno nacional. En contraste, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), liderada por Roberto Fernández, ha confirmado que no participará en el paro nacional convocado por los sindicatos de la mesa nacional del transporte. Esta decisión se enmarca en la histórica rivalidad entre la UTA y el sindicato de Camioneros, dirigido por Hugo y Pablo Moyano, conflicto que ha generado enfrentamientos y causas judiciales relacionadas con las elecciones en el sindicato.
La dirección de la UTA ha expresado su negativa a asociarse con el moyanismo. Recientemente ha surgido la información de que la Secretaría de Trabajo podría considerar la declaración de conciliación obligatoria.
El portal y programa Panorama Gremial consultó la opinión de los Camioneros de Santa Fe, bajo la dirección de Sergio Aladio. Este anticipó que la decisión del sindicato, que cuenta con más de 28,000 afiliados, se basará en el voto soberano de los camioneros en las asambleas realizadas en toda la provincia.
«Nosotros participamos en la UGATT, y esto está claro para quienes nos escuchan. La idea es que, a través de las reuniones que hemos tenido con la UGATT y los distintos gremios que conforman esta unión de trabajadores del transporte, comenzaremos a trabajar con nuestros afiliados, el cuerpo de delegados y la comisión directiva, para definir cómo se desarrollará esta medida de fuerza en cada provincia y sector».
El secretario general añadió que el trabajo en conjunto se enfocará en evaluar el nivel de apoyo que habrá para la protesta y que la decisión del cuerpo de delegados podría ser no respaldar la medida de fuerza. Recordemos que esta no es una huelga motivada por un problema directo de nuestra organización, sino una muestra de solidaridad hacia un gremio hermano.
Se analizará el nivel de apoyo de los trabajadores para organizar adecuadamente ese día en Santa Fe. Resaltó además que llevar a cabo una medida de fuerza de este tipo requiere un amplio respaldo, ya que su actividad es compleja y dispersa en la provincia. Esto contrasta con otros sindicatos donde todos los trabajadores pertenecen a una misma fábrica. En su caso, los trabajadores están distribuidos en diversas actividades y situaciones, lo que incluye riesgos al salir a la calle y trabajadores de larga distancia, algunos de los cuales operan en Brasil.
Por ello, es crucial coordinar las necesidades de la población en ese momento, siendo conscientes de la responsabilidad que tienen al garantizar el abastecimiento de mercadería y productos básicos a los ciudadanos de la provincia de Santa Fe.
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